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Unos cuantos apuntes tras el Vive Latino 2022

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Unos cuantos apuntes tras el Vive Latino 2022
Ambulante 2024

Durante mucho tiempo dentro del campo de los estudios culturales se suele mencionar que dada su diversidad y complejidad no existe un solo México sino varios de ellos yuxtapuestos -yo encuentro viable la idea-; me parece que se trata de un símil que conecta con lo que representa el Vive Latino y con sus muchas cosas sucediendo simultáneamente.

TXT: Juan Carlos Hidalgo

El periodista David Cortés se queda con la idea de que se trata un solo festival con distintos rostros; y es también un argumento serio y a tomar en cuenta. El asunto es que al ir construyendo los tantísimos itinerarios existentes, las percepciones pueden ser divergentes y la experiencia muy distinta.

Como quiera que sea, hay mucho por analizar de una edición que representa el regreso potenciado de un Festival que es clave para la escena musical hispanoamericana.

  • En una entrega anterior, apunte acerca del aumento gradual de las propuestas encabezadas por mujeres, pero siempre entendiendo que debe haber muchas más en el elenco. En ese sentido, hay que aplaudir a la colombiana Lido Pimienta por señalar que bajo sus criterios apenas y eran 9 proyectos femeninos y, con ironía y humor, señaló que entonces era: “una de las afortunadas”.

Consideró muy valioso su señalamiento, aunque tal vez no tenía en mente, por poner un par de ejemplos, la nueva alineación de Centaurvs -reforzada con tres mujeres- o la aparición de Mare Advertencia y Ali Gua Gua con los Son Rompe Pera (más una acordeonista de cumbia). Aparecieron más mujeres fuera de programa –Francisca Valenzuela, por citar a alguien más-. Habrá que fortalecer ese aspecto, pero la sensación es que el Vive Latino va bien encaminado.

  • El Festival Vive Latino 2022 nos permitió la oportunidad histórica de presenciar a C. Tangana con El madrileño convertido en una puesta en escena Sin cantar ni afinar que nos reconcilia con otras muchas músicas que nutren a la cultura hispanoamericana y permanecían al margen del consumo de las generaciones más jóvenes.

No es un asunto menor lo que C. Tangana ha hecho por el flamenco y que en está ocasión nos trajo de regalo el cante de Niño de Elche y la guitarra y voz de Antonio Carmona. Pero no se queda ahí… “Pucho” agrega otros palos del folklore español -como la música sacra para semana santa o la figura y canciones de Lola Flores– junto a un poco de bossa nova y bolero tropical cubano, hasta llevar a su terreno a los corridos tumbados.

Ahora un género tan denostado como la bachata deja de ser un invitado incómodo y es asimilado por aquellos que se atreven con esta fusión extrema que pasa por el trap y el hip-hop: ¡vamos, que no se puede ser más afterpop,

  • Conforme fueron circulando las notas posteriores al Festival, uno no podía ocultar el gozo por el trato que se le dio a dos agrupaciones noveles como Los Cogelones y Son Rompe Pera, ambos procedentes del estado de México. En ellos hay elementos alentadores para el relevo generacional y para que otros estratos sociales vayan permeando dentro del rock mexicano.

Los Cogelones apostando por sonidos prehispánicos y el uso del náhuatl; Los Rompe Pera con su marimba punk y mucha cumbia. Nos hacen pensar en que la diversidad cultural y estética de verdad va permeando en el rock que se hace en México.

  • Quizá no sea una novedad, sino una reiteración, pero vaya músculo el que siempre presumen Los Fabulosos Cadillacs. Sus presentaciones en el Vive son fenómenos colectivos que crecen hasta el paroxismo… complicidad total con sus seguidores y un alto nivel técnico. Será de preocuparse si es que piensan encaminarse hacia la jubilación; no sobran bandas de su categoría.
  • En ese sentido, esperemos que se reconozca ya de manera unánime la grandeza de agrupaciones como Vetusta Morla y Love of Lesbian; ambas bandas españolas en un plan superlativo de performance. Las dos producen un enorme volumen de rock y no sólo instrumentalmente son más que impecables, la parte discursiva es de alto nivel y nos reconcilia con el idioma.
  • Quizá sea yo muy exigente o algo así, pero tenía años de no toparme con una presentación de tan baja estofa como la de Daniel Quien, que pareció no tomarse en serio al Festival y tal vez no se dedicó a ensayar previamente con suficiencia; ofreció un show totalmente amateur en el que la corista iba por su lado y el líder por otra. Aquello fue todo un dislate.
  • Y los apuntes podrían seguir extendiéndose y pasar por la maestría de Pixies, Gary Clark Jr. o Black Pumas, entre otros detalles más, pero el espacio me va presionando… así que aquí lo dejamos por el momento.

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Juan Carlos Hidalgo

Juan Carlos Hidalgo

Embajador de Tuzolandia por el mundo. Su novela más reciente es 'Ya no más canciones de amor' (Ed. Gato Blanco). En Marvin, coordina las colecciones 'Rock para leer' y 'Tinta sonora'. Forma parte de la Red de Periodistas Musicales de Iberoamérica (REDPEM). Su libro más reciente se titula 'Una ópera egipcia', poemario a partir de un álbum de Los Planetas.

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