Sam Jones estrenó Until the wheels fall off, documental dedicado a Tony Hawk, máxima figura del skate profesional, en el que se explora a fondo su vida y la forma en que afronta los que, en apariencia, son sus últimos años dentro de dicha disciplina.
TXT:: Joel Rodríguez
Si fuiste adolescente entre 1995 y 2003 es probable que el nombre de Tony Hawk te suene familiar. Y es que desde inicios de los años 80 el hombre se convirtió en un referente innegable de la cada vez más álgida cultural del skate, especialmente desde su incorporación como uno de los miembros más visibles de la Bones Brigade de Stacy Peralta, otra leyenda de las cuatro ruedas y las lijas.
Para beneplácito de los fans de la velocidad, la adrenalina, el punk, los medios tubos y las piscinas abandonadas, la plataforma HBO Max estrenó un documental en el que particularmente se ofrece la oportunidad de conocer la personalidad un tanto anti-heroica de Hawk, quien al igual que Michael Jordan en The last dance (Netflix, 2021), rompe con la imagen de figura intachable, desmitificando mucho del culto alrededor suyo.
Si se me pregunta, lo realmente invaluable de este documento audiovisual radica en la belleza de mostrar a estos hombres de fantasía, como cualquier otro atleta (jugadores de baloncesto, futbol americano, boxeadores o luchadores) que enfrenta los mismos riesgos y consecuencias disciplinarias que su arte engloba; incluidos los estragos irreversibles, mismos que van desde cervicales destruidas y rodillas cada vez menos sólidas hasta talones o tobillos jubilados.
Al mismo tiempo, podemos atestiguar el génesis de los videos de skate y de su gran importancia para las futuras generaciones gracias al lanzamiento del primero en la historia: Bones Brigade Video (1984) y al que le siguieron el Future primitive, el Public domain y Search of animal chin, además de la creación de la famosa firma Birdhouse, propiedad del patinador californiano.
Tony Hawk inventó más de 100 trucos en su carrera, incluido el casi imposible y polémico 900 (una parte importante del documental se centra en ello), con el cual aseguró su lugar en la historia, convirtiéndose en la figura más representativa de los X Games, colocándose así en un estatus casi de canonización, motivando también la creación de la franquicia de su videojuego: Tony Hawk’s pro skater (Activision), sin mencionar que, de algún modo, es el equivalente a Michael Jordan dentro del mundo del skateboard.
Para terminar de laurear la misión de Hawk, debemos mencionar (aunque se aborda de forma casi imperceptible) la inclusión del skeateborading como una disciplina olímpica en los Juegos Olímpicos de Tokio, los cuales evidentemente fueron atendidos por Hawk y un grupo selecto de patinadores, entre los que se cuentan a los ganadores Nomiji Nishiya, Rayssa Leal y Sky Brown. “Los patinadores solían ser inadaptados y ahora somos atletas olímpicos”, sentenció alguna vez Tony.
Until the wheels fall off, cuenta con cameos de figuras clave en la carrera de Tony, entre los que destacan Lance Mountain, Steve Caballero, Mike McGill, por supuesto, Stacey Peralta, Christian Hosoi, Rodney Mullen y Duane Peters, quien comparte algunas de las más intensas y emotivas anécdotas, durante los días de competencia entre él y Hawk.
Por último, la selección musical incluida en Until the wheels fall off es excelente. Hace un repaso por lo mejor del punk, la new wave y la música alternativa. En ese rol destacan los nombres de The Clash, Stiff Little Fingers, Adolescents, Devo, New Order, Joy Division, Echo & The Bunnymen, X, T.S.O.L., The Buzzcocks, los Sex Pistols, Pavement, The Replacements, Social Distortion y los Toy Dolls.
