Nunca más que ahora resulta importante apelar y disfrutar de la diversidad en todos los sentidos; vale la pena luchar en contra del pensamiento único y las imposiciones… y en el arte lo es más. Cada día podemos toparnos con propuestas disimiles que capten nuestro estado de ánimo, como en el caso del dueto The Saxophones, al que han calificado de hacer retropop y que tiene en To Be A Cloud un tercer álbum delicioso.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Procedentes de Oakland, California, todo queda entre un proyecto matrimonial entre Alexi Erenkov, quien canta y es multiinstrumentista; y su esposa Alison Alderdice, que también aporta su voz y toca percusiones. Ellos han decidido hacer un pop de cámara de acentos afrancesados, pero que también abreva bastante del folk.
En To Be A Cloud conservan una instrumentación casi minimalista que se sustenta en un modo elegantísimo y delicado de interpretar, que además es un elogio a la lentitud. Basta decir que en estas 10 canciones casi parece que nos encontramos ante un Bill Callahan rebajado y también ciertos resabios de Anthony Hegarty, Damien Jurado y Lee Hazlewood, mucha elegancia y estirpe vintage.
Desde un comienzo muy emotivo con “The Mist”, el disfrute brota de temas como “In My Defense”, que hace alusión al nombre mismo de la agrupación e incluye un poco del instrumento en mención; y “Speak For You”, que aborda el asunto de la paternidad.
To Be A Cloud es un disco para acompañar con cocteles elegantes y beberlo a sorbos pequeños mientras suenan canciones como “Boy Crazy” y “Desert Rose” que harán todavía más aterciopelada la circunstancia… un tiempo delicioso y sutil.
Nada en The Saxophones tiene que ver con la vanguardia… ellos se pertrechan en un estilo del pasado que reivindica incluso a Leonard Cohen; aquí no hay prisa de nada, ni mucho menos exuberancia… hay mucho charmé para desparramar.
También te puede interesar: Bedouin: electrónica, flamenco y un “Ramito de violetas”