La escritora argentina Mariana Enríquez (Buenos Aires, 1973) tras de publicar Nuestra parte de noche, una novela de largo aliento y en la que cierta reconstrucción histórica se mezcla con asuntos que tienen que ver con el satanismo y los rituales de magia negra consolidó su reconocimiento; ella posee una fuerza narrativa muy poderosa y que la ha encumbrado a nivel internacional sumando diversos premios.
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Ya poseía una reputación absolutamente merecida como una cuentista de muy altos vuelos a través de dos libros que se convirtieron en auténticos acontecimientos literarios: Los peligros de fumar en la cama y Las cosas que perdimos en el fuego.
También circula el libro que apareció en México primero con la UNAM y que es un compendio de sus visitas a cementerios de todo el mundo. Alguien camina sobre tu tumba posteriormente pasó a formar parte del catálogo de Anagrama.
Ahora la editorial española ha decidido recuperar Bajar es lo peor, una novela que Mariana Enríquez escribió cuando tenía diecinueve años y que fue publicada en 1995, cuando la autora tenía veintiuno; durante muchos años este libro estuvo descatalogado y se convirtió en una obra de culto.
Al adelantar su publicación en la colección Narrativas Hispánicas se adelanta también su trama: “En el Buenos Aires nocturno, sórdido y vibrante de los años noventa del siglo pasado se mueven dos personajes: Facundo, un joven de belleza inalcanzable que se prostituye para sobrevivir y tiene miedo de dormir solo por las pesadillas que sufre, y Narval, un chico perseguido por seres oscuros y macabras alucinaciones. Un tercer personaje, la inestable Carolina, completa el trío, que se asoma al abismo de las drogas, la violencia, la destrucción y el amor”.
Mariana Enríquez ha perfilado Bajar es lo peor como un cruce entre My Own Private Idaho, película de Gus Van Sant y Entrevista con el vampiro, la saga novelística de la recientemente fallecida Ann Rice.
Bajar es lo peor queda como: “una novela vampírica sin vampiros y una novela gótica sin castillos embrujados, cargada de un malditismo con ecos de Baudelaire y Rimbaud, y con una banda sonora de rock underground, dark y punk… Y es, por encima de todo, una tenebrosa y fascinante historia de adolescentes convertidos en ángeles caídos, en la que se entrecruzan la muerte y la belleza”.