Según los diccionarios, Oblicuo significa: “Que está en una posición media entre la vertical y la horizontal”, es decir que está a la mitad de dos planos o ejes; viene esta definición a cuento dado que el cuarto disco de la banda canadiense Passage ha sido titulado precisamente Oblique.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Se trata de una entrega de 6 canciones que arranca con el tema titular -de 10 minutos y medio de duración- que perfila a la perfección que han decidido moverse entre los estándares del post-rock, pero combinándolo con gran influencia del ambient en el resto del disco.
La historia de Passage, el trío conformado por Sébastien Robitaille (guitarras, bajo, coros y piano), Thierry Nadeau-Cossette (piano) y Luc Gaulin (batería y percusión), es cuando menos peculiar porque ellos empezaron haciendo doom metal de acento gótico y apenas en su disco pasado –Voyage (2022)- ha decidido dar un brusco viraje.
Oblique es un disco que fue grabado en el Hell Studio de Quebec y para el que contaron con la presencia de la violista Catherine Elvira Chartier para enriquecer el sonido y ampliar sus posibilidades en cuanto a arreglos.
Según un comunicado de la banda, el disco refleja: “los momentos efímeros de la vida, explorando la suave melancolía de las despedidas, la frágil esperanza que florece en la adversidad y la aceptación silenciosa de los desafíos indirectos de la vida”; y todo a través de una experiencia casi instrumental, ya que la voz se usa como otro instrumento y se convierte en coros muy sutiles.
Oblique va cambiando de ritmos e intensidades conforme transcurre y enfatizando sus cualidades cinematográficas… Passage logran envolver al escucha especialmente en los largos periplos de “L´Abandon” y “Morphée”; toda una incursión que incluye pasajes de total remanso y momentos en los que la épica se desata.
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