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Midnight y los fans zombies de Kiss y Iron Maiden

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Midnight es una de esas bandas que muestran que la curaduría del Candelabrum Metal Fest es distinta. Si mejor o peor que otros festivales es algo que dependerá del gusto de cada quien, pero calificarla de distinta parece ser algo no tan atrevido. Al ser más pequeño, ciertas propuestas que en los grandes monstruos festivaleros en todo el mundo se pierden entre una miríada de nombres, en este tienen un espacio de mayor preponderancia. 

Para Jameson Walters, mejor conocido como Athenar, el tamaño de las audiencias no es relevante. “Para mi da igual, yo veo la oportunidad de tocar como un honor, ya sea un club con 100 personas o un festival con 10 mil. Soy alguien que de chavo creció escuchando música subterránea y que iba a conciertos, viendo bandas de thrash. Ahora que tengo la oportunidad de tocar con algunas de esas bandas en el mismo escenario, más allá del tamaño, es un honor y un placer. Por eso para mí no aplica el qué prefiero (si festivales multitudinarios o clubes/bares), es como decir: ¿qué prefieres, despertar y respirar o despertar y morir?, bueno, prefiero despertar. Me alegra poder tocar música, el tamaño de la audiencia no importa”.

Athenar es un metalero, sin muchos más adjetivos para explicarlo. Sabe del cartel del cual forma parte: “me parece fantástico, Sigh de Japón, Over Kill de Estados Unidos, mis amigos de Cirith Ungol y Night Demon, hay muy buenas bandas”, tiene claro que es importante tener un sello discográfico que lo apoye, en su caso Metal Blade, es fan del sonido del vinil pero también acepta que no todo es necesariamente lógico, como sacar su nuevo disco, Let There Be Witchery en once colores distintos: “para ser honesto no creo que sea necesario tener once colores, yo crecí en los 80 y me gusta el vinil negro clásico y tal vez algún color más para hacerlo especial, pero lo más importante es la música”.

También es respetuoso de los grandes clásicos, pero no tiene empacho en juzgar a Kiss y Iron Maiden, especialmente estos últimos, por hacer música, digamos, no tan inspirada. “hay gente que los sigue que yo llamo zombies de Iron Maiden o zombies de Kiss que aman todo lo que hacen. Yo soy fan de Iron Maiden desde niño, desde antes de tener vello en mis bolas, pero lo que hacen ahora es como blah, no me dice nada; no encuentro nada de lo que me hizo fan de ellos en el principio. Ya sabes, discos como Iron Maiden, Killers, Piece of Mind, el tipo de Iron Maiden que disfruto”.

Dice que vive de la música porque tampoco necesita grandes lujos, además es consciente de que aparentar cierto tipo de vida es dañino para las finanzas y la salud. También tiene claro el cómo y el por qué de la música de Midnight. “No me importa lo que la gente piensa, trato de quedarme en mi cerebro de 13 años de edad, no olvidar como era tener 13 años porque es el tipo de música que más amo y por eso tengo una rola en el disco anterior que se llama “Fucking speed and darkness”, para no olvidar por qué me enganché con este género en primera instancia, porque de chavo querías que todo fuera más rápido, más pesado o querías ser más satánico o lo que fuera, el punto era no conformarse con cosas promedio. 

Si piensas en esos términos querrás mantener tu música fresca. Tal vez has escuchado a Iron Maiden un millón de veces, o a Metallica un millón de veces, pero si escuchas a Metallica con oídos de alguien de 12 o 13 años, justo como hiciste en los 80, eso es lo que lo mantiene fresco. Si aún puedes escuchar Ride The Lightning y sentir esa adrenalina que sentiste de chavo, esa es la meta, lograr ese sentimiento y esa emoción. El heavy metal no es música de adultos, el jazz lo es pero el heavy metal es música juvenil, excitante, no puedes verla desde la perspectiva adulta”. 

Athenar es otro que no necesariamente está con la idea de que el rock está muerto. Su postura es interesante porque sonaba, además, sincera: “En los 70 las bandas duraban 10 años. Led Zeppelin terminó en una década, los Beatles también y no es nada contra Iron Maiden pero llevan 40 años, 42 años y llenan estadios y encabezan festivales y sí, sacan discos nuevos pero realmente a mi no me gustan. De todos modos los amo y los voy a ver y todo pero siguen ahí de cabezas de cartel… a los 70 años de edad jaja, y eso le quita un poco de presencia a bandas veinteañeras con mucho más fuego y pasión. Eso es algo que deberá cambiar, es necesario”.

Con cinco discos LP y cinco EP’s, Midnight es una de esas bandas que dan a Candelabrum su aura distintiva. Habrá quien no esté de acuerdo con todo lo que dice Athenar, pero además de que el metal no debe ser música de adultos, también debe ser honesta, y abrir el corazón al hablar de las grandes leyendas es plausible e incluso deseable. Total, como pasa con su disco más reciente, para distintos gustos hay diferentes colores.

Auditorio BB