Después de los filmes “El camino”, 2008; y “Dos Fridas”, 2018, los cuales obtuvieron diversos premios importantes a nivel internacional, y buenas críticas tanto de la prensa como del público especializado.
TXT: HUGO PLASCENCIA MADRID
En el documental “Mi país perdido”, la cineasta nos devela a través de diferentes ventanas del tiempo, un vuelo abierto, con el soplo de una elegía cinematográfica, original y única; en la cual, las historias de dos exilios, la del padre: el reconocido director de teatro iraquí, Mohsen Sadoon Yasin, y su hija, se bifurcan a partir de sucesos históricos como la Guerra Fría, que dio paso al golpe de Estado de 1973 en Chile, y la posterior dictadura de Pinochet. Lo que a su vez determinaría el cambio de rumbo, y su paso por el mundo de cientos de familias chilenas, como la de los protagonistas de esta obra, lo cual se expone a partir de la primera línea con una pregunta retórica de la niña: “Papá ¿dónde está nuestro país perdido?”, pregunta que la cineasta con la ayuda del padre a la distancia, trata de responder y reconstruir como el ritual cíclico de un mantra a través del tiempo y (del mosaico de diferentes disciplinas, manifestaciones artísticas e idiomas) desde la infancia, primero en Costa Rica, después en la ex Unión Soviética, luego en Londres, en Dinamarca, y finalmente donde la fantasía de los sueños materializa y concatena los deseos, en Irak.
Donde de manera epistolar por medio de misivas, cuentos, poemas sumerios y música de autores árabes, porque “en el idioma árabe hay más de cien palabras para decir amor” dice la narradora; aunados a archivos fotográficos a manera de collage, donde se pone de manifiesto el homenaje de la cineasta a su padre, el director de teatro, ahora en medio de los conflictos bélicos de los años ochenta en el Medio Oriente entre Irak e Irán.
Desde una Bagdad en ruinas contemporáneas, que recuerdan los cuatro siglos de colonización del Imperio otomano, resurge del babel anacrónico de las cenizas el mito de la diosa Inanna. Ésta camina descalza por esas mismas ruinas, no solo aparece como una historia paralela, sino como la guía mitológica que acompaña las vidas de los personajes en busca del país perdido, y siembra de manera metafórica la semilla del árbol que engendra esperanza, antes de que se vuelvan a cerrar las ventanas del cielo de Uruk.
Baladi Aldaia (mi país perdido), se estrenó en noviembre del 2022, en la Competencia Envision del Festival Internacional de Cine Documental IDFA, en Amsterdam donde obtuvo el premio “Outstanding Artistic Contribution”. En el 2023 se estrenó en la región MENA, en la competencia oficial 24 Festival Internacional de Cine Documental de Ismailia, Egipto, donde obtuvo el Premio Fipresci y el Premio del Jurado. Fue nominada por la Asociación de Críticos Árabes como mejor largometraje documental en el Festival de Cannes.
La película cuenta con la colaboración musical de Khalid Al Rawi y Mustafá Basil; así como con Ishtar Yasin, Yadira Andrade Viosca, Omeed Khalid, Medoo Ali and Pablo Antonio Fuenzalida en la dirección de fotografía.
Baladi Aldaia (Mi país perdido), se estrenará en México en el marco del Festival Black Canvas este sábado 30 de septiembre en la sala 7, a las 17:30 hrs. Y el sábado 7 de octubre, en la sala 8 a las 20:30 hrs, en la Cineteca Nacional.
