Las facciones y grupos de hooligans se tratan de auténticas contra-sociedades en las que la identidad y la violencia se fusionan para dar pie a fervientes militancias en las que individuos marginados por su comunidad encuentran una familia y un objetivo en común. El cine, en su papel de antropólogo social, ha abordado este fenómeno bajo distintas perspectivas y matices. A continuación repasamos cuatro de las cintas más representativas del fenómeno hooligan.
–The Firm (Alan Clarke, 1988)
Alan Clarke es un director que ha abordado algunos de los fenómenos clandestinos más volátiles de Reino Unido, mismos entre los que, por supuesto, encontramos al movimiento hooligan. En esta cinta de tan sólo 90 minutos de duración el director pinta un fresco sumamente pormenorizado con respecto al estilo de vida hooligan. Un vendedor de casas quien lleva una doble vida acostumbra escapar de la monotonía de su cotidianidad mediante el sentido de grupo característico de las barras. A lo largo de esta película se nos deja en claro que el fútbol es un mero pretexto para dar rienda suelta a una serie de emociones sumamente volátiles en las que la fragmentación del individuo entre el mundo de las apariencias y el mundo de la clandestinidad es algo consustancial a la identidad hooligan. El tema de la familia es puesto sobre la mesa, destacando que para el hooligan su verdadera estructura filial recae en sus camaradas de correrías y borracheras más que en el núcleo familiar tradicional.
–I.D. (Phil Davis, 1995)
Un grupo de policías londinenses se involucran en una de las facciones hooligan más violentas del Reino Unido con el fin de indagar en sus motivaciones y métodos. El resultado de esta incursión es que, de forma paulatina, estos “hombres de ley” comienzan a verse seducidos por el salvaje mundo de las barras hasta tal punto que renuncian a la normalidad de sus vidas cotidianas. Una importante reflexión acerca de lo embriagante que resultan el mundo de la violencia, las borracheras y la “camaradería” en sus niveles más tóxicos y extremos. Después de todo, recordemos que la adrenalina producida por actos de violencia, caos y agresión muchas veces resulta adictiva. El reconocimiento del individuo a partir de la rabia es el principal tema de esta cinta, mismo factor que, como era de esperarse, conecta al movimiento hooligan con algunas facciones de naturaleza neonazi.
–Ultras (Francesco Lettieri, 2020)
Italia es, muy probablemente, uno de los países con algunas de las hinchadas más radicales y extremas de toda Europa. Lettieri nos lleva a recorrer un intenso relato en el que un veterano de la barra del Napolés comienza a darse cuenta de que, muy probablemente, los años de gloria y golpizas han pasado para él. La cinta no sólo es un demoledor retrato acerca del estilo de vida de las barras italianas, sino que también se trata de una reflexión aplastante acerca de los estragos causados por el paso del tiempo, así como de la necesidad de tomar consciencia con respecto a nuestra propia vulnerabilidad ante éste. No hace falta explicar que el Napolés es uno de los equipos con mayor tradición de toda Italia, misma que se ve cristalizada en ese ícono perpetuo que para ellos es Maradona. Todo este trasfondo queda reflejado de manera palpitante mientras nuestro protagonista (quien de cierta manera cumple con la función de teniente de su hinchada) debe de hacerle frente a problemas inherentes como son la fragmentación y el desanimo de su grupo.
–The Football Factory (Nick Love, 2004)
El movimiento hooligan es un fenómeno que depende en buena medida del ánimo de identidad inmediata que sólo pueden gestar los colores y las banderas. Este poder iconográfico queda puesto de manifiesto a lo largo de esta cinta protagonizado por un aguerrido hincha quien explica sus violentas conductas a través de una genealogía familiar que nos deja entrever de manera intermitente las serie de códigos y “honores” que forman parte de la ideología hooligan; mismo factor que diferencia a este trabajo del resto de las cintas mencionadas en cuanto a indagación “espiritual” del movimiento. A esta propuesta se suman una serie de imágenes cargadas de intensidad que recrean de manera pormenorizada las batallas campales que forman parte del visionario hooligan más radical. A menudo se menciona a Green Street Holligans (sí, esa que está protagonizada por Elijah Wood) como una de las cintas cumbre del fenómeno hooligan pero no cabe duda de que The Football Factory la supera en todos los sentidos.
