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Hidrogenesse: retrofuturismo e invención sobre una Barcelona que ya no es

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Hidrogenesse: retrofuturismo e invención sobre una Barcelona que ya no es
Ambulante 2024

Es preciso señalar que cada disco que hacen Carlos Ballesteros y Genís Segarra ofrece una aventura que puede interpretarse en diversas capas; debo apuntar que siempre que vuelvo a Hidrogenesse tengo la sensación de que me interno en una película de Wes Anderson… se emprende un viaje retrofuturista de impredecible deriva.

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Y Ciutat de Sorra -su nuevo álbum- no es la excepción, dado que surgió tras la invitación del artista plástico David Bestué para que agregaran música a la exposición del mismo nombre y que se inauguró el 10 de junio de este año en el Fabra i Coats: Centre d’Art Contemporani de Barcelona.

En el segundo piso de aquel recinto sonaba una pista de 12 minutos que ahora ofrecen en versión instrumental, vocal (más un remix más breve) y también fragmentada en otros 10 cortes que funcionan como piezas sueltas.

Ciutat de sorra que quiere decir Ciudad de arena en catalán parte de la idea del artista de “contraponer la Barcelona ideal y la real”… se trata de una urbe con un crecimiento muy acelerado que comenzó en 1979 con la llegada del primer Ayuntamiento democrático; hoy día es necesario pensar en una ciudad que ya no existe.

No es un dato menor que este disco aparezca justo en el año del centenario de Italo Calvino, quien tiene entre su célebre obra ese libro inolvidable que es Las ciudades invisibles, donde escribió sobre asentamientos que ya no existen; ahí existe una conexión con Hidrogenesse que especulan sobre lugares y personajes que alguna vez existieron, pero que ahora son reconstruidos a través de la memoria.

Tras aquel motivante encargo, Carlos y Genis dan cuenta a posteriori de lo que han hecho: “este disco se fija en historias sobre las que normalmente nadie canta: residuos tóxicos, vengadores anarquistas, barrios en transformación, muertes accidentales causadas por ornamentos modernistas, okupas disfrazados, turistas y autoridades”.

Lo dicho, una pasarela de personajes -como “José Miguel El libertario”- que encajarían a la perfección en el cine de Wes Anderson, pero cuando se remontan a lugares también podemos pensar en otro catalán relevante: Joan Fontcuberta usa a la fotografía para crear sitios que parecen reales, pero que nunca existieron… lo mismo acontecimientos -como un zepelín sobre el monumento a Colón, por poner un ejemplo-.

El arte de Hidrogenesse nos permite viajar al interior y tirar por la digresión y los vasos comunicantes… de un artista vamos a otro y de momento nos encontramos ante “Un balcón que se desborda” o ante “Una montaña de lodos tóxicos”.

¿Qué tipo de música nos ofrecen? Como siempre, hay ahí un pop electrónico que abreve de múltiples sonidos vintage para viajar entre el tiempo y el espacio hasta llegar a un No lugar en el que Hidrogenesse impone sus propias reglas y emana una propuesta multireferencial que no requiere de etiquetas.

Con Hidrogenesse hay que tomar el reto de extraviarse en el páramo del arte y divagar como una forma plena de disfrute total.

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Juan Carlos Hidalgo

Juan Carlos Hidalgo

Embajador de Tuzolandia por el mundo. Su novela más reciente es 'Ya no más canciones de amor' (Ed. Gato Blanco). En Marvin, coordina las colecciones 'Rock para leer' y 'Tinta sonora'. Forma parte de la Red de Periodistas Musicales de Iberoamérica (REDPEM). Su libro más reciente se titula 'Una ópera egipcia', poemario a partir de un álbum de Los Planetas.

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