A Harriette Pilbeam -la persona- le tocó el confinamiento en su Australia natal y allí tuvo tiempo de reflexionar lo que seguiría para Hatchie -la artista- y tratar de enfrentar las crisis de los jóvenes adultos (aún no llega a los treinta) que se relacionan con la autoestima y la vulnerabilidad -expuesta totalmente a causa del virus-.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
De todo ello es que habla en “Giving the World Away” y para que quedé muy en claro el asunto hizo un lyric video que la artista considera muy sencillo, pero efectivo.
La canción también dio titulo a su segundo disco que llegará el 22 de abril a través de Secretly Canadian; un trabajo que la artista ha dicho que se trata de: “una reliquia del poder y la valentía que surgen cuando aceptas lo vulnerable que puedes ser y pones tu corazón en juego”.
Musicalmente, Hatchie está muy bien arropada a lo largo de Giving the World Away, pues el productor ha sido Jorge Elbrecht, colaborador de Japanese Breakfast y Sky Ferriera; mientras que en algunos temas se encuentra James Barone, el baterista de Beach House.
Con ello se enfatiza el deseo de Hatchie de inyectarle más adrenalina a una música que se mueve entre el dreampop y el electropop. Es por ello que junto con su cómplice de cabecera, Joe Agius, decidieron incrementar la potencia de las composiciones.
“Giving the World Away” da continuidad a la aparición de “Quicksand”, que es un tanto más pop, dado que fue co-escrito con Dan Nigro, quien también trabaja para Olivia Rodrigo.
Hatchie ha querido ser incisiva y exploratoria con la mujer que es en este momento y resume la intención del tema de la siguiente manera: “Giving The World Away es sobre ser amable contigo misma en medio de la depresión”.