Entrevistas

Gruff Rhys: el arte de abrazar el instante

237,498
gruff-rhys-seeking-new-gods-super-furry-animals
Ambulante 2024

Se quita la gorra al saludar y, tras frotarse las manos, mirando hacia el techo cuenta: “Recuerdo haber estado en México, con los Super Furry Animals, hace algunos años; aunque también he ido a tocar solo, a algunos festivales de cine. México está lleno de montañas, por eso me gusta ir allá”. Se trata de Gruff Rhys, quien presenta Seeking new gods, su nuevo álbum como solista, y se refiere a las montañas porque el plato de marras nació con una de ellas como inspiración.

TXT:: Alejandro González Castillo

El disco arrancó con una idea: operar como una biografía sonora del Mount Paektu, un volcán activo al Este de Asia. “Es una montaña especial, en la península coreana. Pero con el paso del tiempo la idea original cambió y lo que hice fue hablar de mí mismo a través de los ojos de ese volcán”, explica Rhys. Seeking new gods es un álbum en el que el también líder de Super Furry Animals anda cuesta arriba, abriéndose paso entre la maleza, esquivando fauna endémica con tal de alcanzar uno de sus objetivos artísticos: “atrapar momentos, en lugar de construirlos”.

Con tal fin, el galés se alió de nueva cuenta con Mario C (Beastie Boys), con quien ya había trabajado en discos como Candylion y Hotel Sampoo. “Es un matemático”, refiere Gruff; “cuando se halla en el estudio de grabación, quiero decir. Trabajo con él porque para mí es necesario contar con alguien así, de mente abierta, capaz de ensamblar, de ofrecerle cierta coherencia a las cosas que genero. Al final consiguió un resultado muy especial. La verdad es que no sé cómo lo logró”.

A diferencia de lo hecho con los animales súper peludos, Seeking new gods es “un trabajo ejecutado en directo y grabado muy rápido. Practiqué las canciones unas tres semanas, luego con los músicos me moví a un estudio en el desierto, en Joshua Tree, y grabé siete temas; al final, antes de volver a casa paré en Bristol para hacer el resto”. Gruff aquilata así los gérmenes artísticos: “en los Super Furry Animals usamos ciertos métodos, somos cinco personas abriendo caminos. En cambio, a solas todo ocurre muy rápido: llego con una idea específica y me pongo a trabajar en ella”.

“Mausoleum of my former self” me recuerda un poco a “Golden retriever”, de los SFA; aunque más llama mi atención esa trompeta estilo mariachi que presume.

Bueno, el sonido del mariachi ya forma parte de la cultura popular. En el disco Forever changes, de Love, por ejemplo, puedes encontrarlo. Personalmente estuve expuesto al sonido del mariachi de esa manera, gracias el rock psicodélico americano.

Tomando en cuenta el bagaje que cargas, ¿dónde crees encontrarte como artista ahora?

No estoy seguro. Es complicado juzgarme a mí mismo. Puedo decirte que para este disco conseguí algo muy especial; capturé momentos, cuando en el pasado estaba más preocupado por construirlos, antes grababa todo por separado, haciendo cortes y más cortes. Me la vivía a la caza de una suerte de pureza en vez atrapar instantes. Sigo en el camino, todavía no llego la meta.

Has dicho que ese disco trata “sobre la memoria y el tiempo”. Dos preguntas al respecto: si pudieses borrar un recuerdo para siempre, ¿cuál sería?; de contar con la oportunidad de viajar al futuro, ¿a quién buscarías primero?

Wow. Mh. Cada vez que prendo el televisor y veo las noticias me dan ganas de borrar todo lo que veo y escucho. La música ayuda a aligerar ese peso, pero es imposible borrar lo que pasa a nuestro alrededor. Y, bueno… wow. No sé, creo que si viajara al futuro buscaría a mi descendencia. Sería bueno saber qué queda de mí.

¿De dónde viene esa obsesión que tienes por las montañas, Gruff?

Es que vengo de ellas. Por eso me obsesionan. Pasé mi infancia caminándolas. Me crié en una zona montañosa, mi primera lengua fue esa, la de las montañas. Y mírame, ahora vivo en la ciudad, en un departamento. Te decía, México está lleno de montañas, por eso me gusta ir para allá.

Ojalá puedas volver acá pronto. A muchos nos encantaría escucharte de nuevo cara a cara.

Sí, ojalá pronto sea seguro ir. De momento no tenemos más: digamos salud a través de las montañas tecnológicas.

Gruff Rhys alza su vaso con agua natural y lo acerca a la pantalla. Lo imito. Después, apenas me desconecto de la llamada virtual pongo la canción que a continuación se encuentra. Pienso en “atrapar momentos en lugar de construirlos”. Abrazos atmosféricos, por ejemplo.

Alejandro González Castillo

Alejandro González Castillo

Periodista, y escritor también (porque parece que no es lo mismo). Cruza párrafos con compases. Le gustan las olas, leer y chelear chachareando; además de escuchar discos dejando salir el humo por los ojos.

Auditorio BB