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El Sonido del Miedo Parte 3 por Carlos Edelmiro

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El Sonido del Miedo Parte 3 por Carlos Edelmiro
Ambulante 2024

“Zang-tumb-tumb

zang-zang-tuuumb

Tatatatatatatata

…TOUM TOUUUUM”

Filippo Tommaso Marinetti

En 1876 la bocina fue patentada por Graham Bell como parte de su teléfono. Para 1950 ya había sido reclutada por el ejército estadounidense, el cual se sirvió de 4 bocinas para intervenir en la guerra de Corea.

TXT: CARLOS EDELMIRO

La historia ha visto cómo el mundo militar siempre logra encontrarle un uso bélico a las tecnologías; así se ha ido develando el lado oscuro de la bocina, una herramienta indispensable para la llamada psywar (guerra psicológica). Actualmente también es usada como un arma que puede dañar el aparato auditivo, algunos órganos internos y la piel.

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Furgonetas de megafonía de la RDA en el distrito Kreuzberg, 1962
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Vehículos de megafonía de la RFA, 1962

Una de las armas sónicas más populares en la actualidad es el LRAD (Long Range Acoustic Device). Esta arma tuvo sus raíces en los dispositivos de «llamado acústico» que fueron introducidos en barcos militares estadounidenses después del ataque realizado contra el USS Cole por operativos de Al-Qaeda. Es sabido que dichos dispositivos pueden alcanzar 160 dB, el umbral al cual el tímpano se rompe, aunque sus fichas técnicas oficiales no quieran admitirlo. Y no sólo eso, los mensajes que puede transmitir el LRAD también pueden atacar la moral del enemigo. En su libro, Para cuando caen los cantos abatidos, Daniel Toca menciona que en 2007 los estadounidenses apuntaban con un altavoz de larga distancia a los soldados iraquíes diciéndoles: «Esta es la voz de Alá, ríndete».

La presencia de una voz omnidireccional.

                                    un espectro en el aire

                          que atraviesa el conducto auditivo

  y  resuena en el tímpano

                     …  mensaje sin emisor

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Las ficciones que creamos siembran realidad, un claro ejemplo es el Active Denial System (ADS), el cual guarda sospechosas similitudes con el heat ray de La guerra de los mundos de H. G. Wells. Aunque no incendia colinas ni descuartiza cuerpos en segundos como su análogo ficcional, el ADS es un sistema sofisticado que emite ondas sonoras milimétricas que viajan a la velocidad de la luz, con la capacidad de penetrar aproximadamente 1/64 de pulgada en la piel. Tuvo su primera aparición en 2010 en la guerra de Afganistán, pero se retiró sin ir a combate. Sin embargo, sus capacidades ya habían sido demostradas en la base aérea Moody en Georgia. El voluntario que recibió el rayo de calor lo describió como «similar a una explosión de un horno muy caliente».

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ADS en base militar

A pesar del daño permanente que pueden causar estas armas en el oído y otros órganos, el ejército estadounidense sigue considerando al LRAD y al ADS como armamento ligero, non-lethal weapons. En las páginas militares de Estados Unidos, se despliegan varias leyes y regulaciones que supuestamente estipulan el uso adecuado de estas tecnologías, sin embargo como menciona el juez Robert W. Sweet «el sonido puede constituir una fuerza que podría ser utilizada excesivamente por la policía de una manera que viola la Constitución de los Estados Unidos. […] como proyector de sonido amplificado, el LRAD no es diferente de otras herramientas que pueden utilizarse de forma segura o perjudicial».

En noviembre del 2012 la ACLU de Pennsylvania demandó exitosamente al Gobierno de Pittsburgh por las lesiones causadas tras el uso del LRAD durante la cumbre del G20. También el Gremio Nacional de Abogados de Nueva York presentó una demanda por las lesiones causadas por el LRAD durante la marcha Black Lives Matter en diciembre de 2014

Posiblemente, en un futuro no muy lejano, estaremos hablando más de estos artefactos.

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Alexandre Meneghini/Reuters

En 2016, la embajada de Estados Unidos en Cuba sufrió un atentado sónico. Veintidós diplomáticos alegaron haber sufrido dolores de cabeza, pérdida de audición, mareos, tinnitus, problemas de equilibrio, problemas visuales, fatiga, problemas cognitivos y dificultades para dormir durante su estancia en las instalaciones. Los diplomáticos afectados compartieron una grabación de sonido sospechosa, señalándola como causante de los malestares que sufrieron. El neurootólogo Robert Jackler concluyó que las frecuencias audibles en la grabación no podrían haber provocado los síntomas reportados por los diplomáticos. Aun así, afirmó que una frecuencia infrasónica podría haber causado los malestares, pero que, por su naturaleza, ésta no pudo ser capturada en la grabación, de manera que no es posible corroborar su existencia en la evidencia proporcionada por los diplomáticos. En su momento, Heather Nauert, portavoz del Departamento de Estado, y John Kelly, jefe del Gabinete de la Casa Blanca, señalaron abiertamente que existían sospechas de que el Gobierno cubano estuviera involucrado en el atentado.

Un suceso similar aconteció en Guangzhou, China, en 2017 y 2018. En ninguno de los casos se buscó recaudar pruebas ni se abrió una investigación. Y me pregunto, ¿China? ¿Cuba? ¿Habrán sido realmente ataques direccionados o sólo sonidos colaterales de algún sistema de climatización? ¿Dónde están los nuevos Vic Tandys?

Tortura con musica

El teniente coronel de la Fuerza Aérea de EE.UU. Dan Kuehl, quien enseña operaciones psicológicas en la Universidad de Defensa Nacional, se lee orgulloso de sus prácticas cuando en una entrevista con The Guardian comenta «Dios le dio el poder a Josué para derribar las murallas de Jericó… Probablemente, sus hombres no hayan podido derribar las murallas con sus trompetas, pero sí pudieron derribar las barreras psicológicas del enemigo». En el mismo reportaje, el periódico pone en duda si a Dios le habría gustado la playlist que el ejército americano usó con sus prisioneros en Iraq, la cual comienza con el track Fuck your God de la banda Deicide. También se habla de que en Guantánamo se utilizó el álbum Enter Sandman de Metallica, ante lo cual el vocalista James Hetfield comentó, «Si los iraquíes no están acostumbrados a la libertad, me alegro de formar parte de este proceso […] Llevamos toda la vida castigando a nuestros padres, a nuestras esposas, a nuestros seres queridos con esta música. ¿Por qué iban a ser diferentes los iraquíes?».

Por más extraño que parezca, una de las canciones más usadas para estos propósitos es I love you de Barney, el dinosaurio. Trasladémosnos a una prisión en un lugar desconocido; desorientados, deshidratados, sintiendo que la vida es un hilo a punto de romperse. Mientras alguien busca convencernos de que todo lo que somos está mal, ahí aparece Barney. En la industria de la tortura, a esto se le llama «música fútil», tiene el objetivo de romper al prisionero, mostrarle lo inútil que es mantener su postura, despojarlo de su esencia.

Otro ejemplo de música o de sonidos fútiles son las grabaciones usadas en la guerra de Vietnam. Durante el combate, el ejército estadounidense inició la Operation Tintinnabulation en la que utilizó dos naves C-47, bautizadas como Spooky y Gabby.  La primera estaba equipada con ametralladoras y la segunda con muchas bocinas. El plan a ejecutar era simple, Gabby emitía ruidos y si había un contraataque, Spooky disparaba a los adversarios. Los ruidos de esta primera operación buscan crear cansancio en los escuchas y por lo cual podríamos decir que aunque sí existía una afectación psicológica, su efecto era principalmente físico. Pero en la segunda operación el ejército estadounidense utilizó las creencias vietnamitas a su favor: si un muerto no es enterrado propiamente, el alma del difunto continúa vagando por la tierra como un alma errante (wandering soul). Así inició el proyecto Operation Wandering Soul (Ghost Tape Number 10): una cinta con las voces de soldados survietnamitas, alteradas drásticamente para crear sonidos aterradores, como si se tratase de almas en pena. Botes y helicópteros reproducían la grabación en áreas con actividad del Vietcong, principalmente de noche. Se podría decir que ambas operaciones fracasaron, ya que, desde un inicio, el Vietcong entendió que eran grabaciones y disparaban en dirección a la fuente de sonido. Sin embargo, el equipo del ejército estadounidense que llevó a cabo las operaciones negó la derrota y, sin evidencias concluyentes, declaró que habían sido exitosas.

Por último, quiero comentar un artefacto que no se cataloga como arma, pero que definitivamente genera controversia.

Last but not least!!!

🥁🥁🥁

THE MOSQUITO

Su funcionamiento es muy simple: emite un tono de alta frecuencia que oscila entre 16 kHz y 18 kHz. Debido a la pérdida auditiva que se sufre con la edad, las frecuencias emitidas por este dispositivo sólo pueden ser escuchadas por los más jóvenes, causando irritación, zumbido de oídos y dolor de cabeza. A continuación, presento un esquema de su funcionamiento, hecho por el distribuidor:

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Durante los días en los que estuve escribiendo, un amigo me dijo que un amigo de él (jaja.. Ya sé!!)… bueno, que su amigo había visto o sabía de un arma que con sonido podía empujar varios metros a una persona. No dudo que pueda existir algo así, exponerse a una onda expansiva es muy similar a exponerse a una detonación de dinamita. Aunque no haya podido averiguar más sobre esta arma de la que habla el amigo de mi amigo, acabo con este comentario, seguro de que pronto nos enteraremos de nuevos avances sónicos en la milicia… más pronto de lo que nos gustaría.

Si no has leído los capítulos anteriores:

https://marvin.com.mx/el-sonido-del-miedo-por-carlos-edelmiro/

https://marvin.com.mx/el-sonido-del-miedo-ii-por-carlos-edelmiro/

Oscar G. Hernández

Oscar G. Hernández

Hurgando y exhibiendo la médula de la narrativa gráfica, venga de dónde venga, sigue creyendo que lo único que salva a este pinche mundo pandémico es la cultura y el arte; el amor qué. Entre otras cosas, escribe sobre dibujos que hablan y mucho más.

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