En una entrevista que tuvo con TheLipTV en 2014, William Friedkin, director de El exorcista, reveló que en un inicio su visión para el filme era completamente distinto al resultado final. Todo surgió cuando se le preguntó si lo consideraba como un clásico de terror, a lo que respondió: “Absolutamente no”.
“Leí los diarios del sacerdote, los médicos, las enfermeras y las personas que estuvieron involucradas en el caso real en 1949 en Silver Spring, Maryland. Era un niño de 14 años de edad, no una niña de 12 años, y Bill Blatty, quien escribió la novela y el guión, era un estudiante universitario en Georgetown cuando este caso apareció en las portadas de The Washington Post”, continuó explicando.
“[Declara] inequívocamente que este fue un caso de posesión demoníaca según lo considerado por la iglesia católica, que sólo había aprobado tres casos de este tipo en el siglo XX en este país. Puedes leer lo que hizo Blatty entonces y ver que esto parecía ser algo más allá del conocimiento de cualquiera sobre un padecimiento o una enfermedad normal, lo cual también creo. He estudiado el caso detenidamente. Conozco a la familia y a las personas que realmente estuvieron involucradas, y algo sucedió aquí que no fue una película de terror”, dijo.
Friedkin afirmó: “Blatty y yo nunca hablamos de hacer una película de terror. Hablamos de hacer una película sobre el misterio de la fe. Sentí que la historia de El exorcista era una de las cosas más poderosas que podías hacer al tratar con el misterio de la fe y el amor y el perdón de Dios”.
Sin embargo, la recepción general que tuvo el largometraje ayudó a que Friedkin cambiara de opinión. “Ciertamente no pertenezco a ninguna fe religiosa, pero nunca tuve la intención de que El Exorcista fuera una película de terror, ¡y ahora reconozco que lo es! El público, de más de 40 años, la piensa como una película de terror. Así que debo estar equivocado: es una maldita película de terror. Pero la consideré una historia poderosa sobre el misterio de la fe”, concluyó.
