Delaporte – Si algo me han enseñado mis años escribiendo sobre música es a esperar lo inesperado. Y es menester reconocer cuando una artista se exige a lo máximo y da con una obra que es tan inapelable como disfrutable. Sobre todo, si tomamos en cuenta lo expansivo que puede resultar el concepto de pop en estos días; prácticamente no hay género o subgénero con el que no pueda coexistir y multiplicar su encanto; en este disco hasta algo de jungle llega a sonar.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Sandra Delaporte y Sergio Salvi ya concebían un pop electrónico tan maleable que les permite incluso versionar a ese clásico de la chicha que es “Cariñito” y llevarlo hasta su terreno. Su sentido melódico ha conectado con el público y a través de “Un jardín”, “Ni un beso” y “Si estás tú” acumularon reconocimiento. Se nota que están muy atentos a lo que ocurre en la electrónica contemporánea e incluso para este nuevo disco cuentan que escucharon grandes dosis de música rave -y ello se nota-.
Para estas 13 canciones que han entregado en 2020 es un muy buen punto de partida si consigues que la gente sienta que te apasionan The Knife, Fever Ray y, sobre todo, lo más luminoso de Goldfrapp. Lo mejor de Las montañas, editado por Mad Moon Music, es que antes de hallar docilidad y mansedumbre, nos encontramos con un disco peleón y un tanto salvaje en cuanto a su energía.
Su gracia se eleva con la llegada de “Se va” -el segundo corte- que musicalmente tiene la escuela de Moderat y le permite a Sandra brillar en el canto, que se torna hacia lo latino en “Rica Rica”, estallando mediante el rapeo de Arkano; en la pieza hay unos subgraves tremendos, un flow muy canalla y súbitos parones cortados por unos sintes con algo del estilo de Diplo -en sus mejores días-.
Prosiguen con un engañoso candor de la voz en “No”, que poco a poco va subiendo con la llegada de los teclados y las programaciones… de golpe pareciera que corriéramos detrás de una ninfeta en una pista de baile. Y todo para que lleguemos al punto en que el subidón despega; “Clap Clap”, que nos hace acordar lo mismo a Ela Minus (con otro de los discos del año) que a Soledad Vélez -mucho refinamiento-. Para que llegue luego “Bang Bang”, en compañía de Ginebras, que es toda una proclama encendida y, musicalmente, un rompecabezas en el que caben Charli XCX, Purity Ring, “Pena, penita, pena” de Lola Flores “La faraona” y un estribillo al estilo de Black Eyed Peas. ¡Les juro que es cierto!
Y eso que la celebridad inmediata se las ha traído “De donde vienes”, a dueto con Putochinomaricón, en la que no se guardan nada, van a la yugular desde el comienzo: “Bailo y ya no sé qué pasa que caigo/ Miro hacia mi casa y el cielo ardiendo y lo sabes/ Quiero más, llegar a la cima de un volcán/ Ya no sé qué pasa que el cuerpo va ardiendo y lo sabes”. ¡Electropop de alto octanaje que se deja llevar por la verbena latina!
Delaporte será parte de #FestivalMarvin 9.5
En la pasarela estroboscópica que han montado no cesan los encontronazos; en “El volcán” el bombo y los sintes parecen revivir el bakalao y mantienen al tema bien en alto, mientras la letra podría ser algo que cantara Rafaella Carrá -hoy tan reivindicada- o Pedro Marín. De tal suerte, que queda casi como una nimia anécdota que Ximena Sariñana aparezca en “No dirás” -muy emparentada con Chvrches-.
Las montañas es un disco promiscuo; hay quien se queda con su lado místico o quien prefiere la parte más terrenal -su ambivalencia lo define-. Pueden ponerse brumosos, como en el tema que le da nombre y cierra el disco o bien estallar como en algunas de las canciones ya mencionadas. Al final son muy congruentes consigo mismos: “Nos gusta picotear de muchos estilos, porque así son nuestras escuchas y no le hacemos asco a nadie“. ¡Vaya golpe de autoridad y calidad el que han dado los españoles! Desde ya se han encaramado en los recuentos de los discos más virtuosos que ha dado Hispanoamérica en este atribulado 2020.
Imágenes vía Instagram.