Vivimos en una sociedad de microondas en la que todo proceso busca ser acelerado y convertido en algo casi instantáneo y la música no es la excepción; cierto es que el entorno musical británico se conserva como uno de los más influyentes, pero también es inobjetable que el engranaje mercadológico pretende provocar un estallido de un artista en el menor tiempo posible, alimentar lo que se llama un “hype” y con caroline están trabajando duro en ello.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
De entrada, habremos de señalar que lo que hace caroline no está destinado a las masas… es demasiado minimalista y lóbrego; casi puede decirse que apuestan por la parquedad instrumental y arreglística a pesar de ser un octeto.
Quizá fuese sencillo explicar que su debut epónimo puede definirse como folk minimalista, pero los medios ingleses insisten en adjudicarles una carga de post-rock y hasta cierta influencia emo, pero se antoja algo un tanto forzado.
Para entender a caroline -el disco; editado por el sello Rough Trade- tendríamos que mencionar a Godspeed You! Black Emperor, Low y los primeros Animal Collective; es por ello que no extraña que el grupo haya dicho de su música: “A veces las cosas suenan mucho mejor cuando hay espacio vacío” y es así que dejan una pieza como “Hurtle”, durando tan sólo 50 segundos.
Pero el envión del grupo ha sido a través de “Dark Blue”, una pieza escrita por los tres miembros fundadores: Casper Hughes, Jasper Llewellyn y Mike O’Malley, quienes se conocieron en la Universidad de Manchester y comenzaron a tocar juntos en 2017, y que se dio a conocer en 2020. Luego se mudaron a Londres y fueron sumando integrantes hasta ser 8 los que grabaron el disco y que eran los que ensayaban en la parte superior de un pub del sur de la ciudad.
A caroline les interesa la música coral, el folklore de los montes Apalaches e ir eligiendo casa cosa con calma: “A veces puedes poblar una canción con tantas cosas y olvidar que un elemento por su cuenta puede ser suficiente”. Tan es así que dejan que “Dark Blue” se extienda hasta los 6 minutos y 36 segundos; mientras transcurre, hay oportunidad de acordarnos también de The Velvet Underground.
El grupo tomó la decisión de que las 10 piezas del disco fueran mezcladas por John “Spud” Murphy, colaborador de black midi, que consiguió preservar esa esencia de vanguardia serena, como en “Good Morning (red)”.
Debemos pues dar tiempo y espacio para apreciar a caroline en su justa medida, pero hay que reconocer que su búsqueda poco o nada tiene que ver con lo comercial; no esperamos que convenzan a todo el mundo, pero de que arriesgan con una música poco complaciente queda como evidencia.
