Música

Björk y Rosalia dan vida a “Oral”, una canción perdida

/
293,643
Björk y Rosalia, Oral
Ambulante 2024

Luego de mucha expectativa por fin hoy ve la luz la colaboración entre Björk y Rosalia; “Oral”, una canción que se consideraba perdida entre los archivos de la islandesa al parecer no encajar en sus álbumes.

Björk y rosalia

Esta versión de “Oral” fue producido Björk y Rosalia junto a Sega Bodega y originalmente fue escrita por la islandesa entre Homogenic, de 1997 y Vespertine, de 2001, pero se mantuvo enlatada hasta que le  le recordaran el título de la canción, mientras estaba de gira en Australia en marzo de 2023, el mismo mes en que se publicó un informe sobre el impacto devastador de las operaciones de cría comercial de salmón de propiedad noruega y mal reguladas en los ecosistemas nativos de Islandia.

Ya que el objetivo de esta canción es visibilizar la crueldad alarmante y las graves consecuencias medioambientales y ecológicas de la cría de salmón en mar abierto en Islandia. Para fomentar esta causa Björk reclutó a una de las más grandes figuras de la música pop con impacto global, llegando así a la española, quien ha estado de acuerdo con que a recaudación de “Oral” se destinará a apoyar una causa judicial contra los criadores de salmón, presentada por residentes de la ciudad de Seyðisfjörður, en la parte oriental de Islandia.

¿Por qué es importante la causa que apoyan Björk y Rosalia con “Oral”?

El que Björk y Rosalia dediquen de esta forma esta canción es sobresaliente ya que esta mala práctica se ha arraigado en Islandia, adoptada tras la incursión de empresarios noruegos que adquirieron piscifactorías en los fiordos islandeses. Esta práctica, conocida como cría en jaulas abiertas, implica un cultivo excesivo de peces, encerrados en redes situadas en aguas naturales, donde son mantenidos cautivos hasta alcanzar un tamaño comercializable.

Este método, si bien acelera el crecimiento de los peces, ha dado lugar a consecuencias preocupantes. Muchos ejemplares presentan mutaciones genéticas en su ADN, y la cría en estas condiciones ha propiciado la proliferación de parásitos y enfermedades. Desde 2014, la industria ha experimentado un auge sin precedentes, aumentando su producción de menos de 4.000 toneladas a 45.000 en 2021. Las estimaciones actuales sugieren que la producción anual podría llegar a las 106.500 toneladas.

Sin embargo, este crecimiento desmedido no viene sin consecuencias. Islandia, con su vasta extensión de entornos naturales intactos, enfrenta una seria amenaza debido a los residuos y la contaminación asociados con esta práctica. La ausencia de regulaciones e insuficiente supervisión del sector ha resultado en fugas masivas de salmones genéticamente alterados y enfermos. Estos peces, al escapar de los corrales, migran río arriba hasta las tierras altas, ocasionando una preocupante alteración genética que impacta la supervivencia de la población de salmón salvaje de Islandia.

El escenario plantea un peligro inminente para la ecología marina de Islandia, que posee la mayor superficie virgen de Europa. La proliferación de estos salmones modificados y el riesgo de alteración genética de la población nativa representan una amenaza grave para el futuro de la biodiversidad acuática en el país. Esta práctica, si no se regula adecuadamente, podría tener consecuencias devastadoras y permanentes en el equilibrio ecológico de Islandia.

Puedes conocer y obtener más información sobre la piscicultura islandesa en Icelandic Wildlife Fund.

Auditorio BB