Para Enrique Blanc, rojinegro de coraza
La sabiduría popular suele ser impecable e implacable y es por ello que el lema que usa la gente de Guadalajara para referirse a la feligresía por ese equipo de futbol de la primera división mexicana dice mucho: “Yo le voy al Atlas… aunque gane”.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Atlas es una escuadra que se regodea ante la derrota, que se burla de ella; durante muchísimos años lo más importante para ellos era jugar bien, jugar bonito… es por ello que se le consideraba “La academia” -un apelativo y estilo que también tiene Newell´s Old Boys en Argentina-.
Su único campeonato lo habían obtenido en 1951 -hace 70 años- y ya quedan pocos testigos de aquella hazaña. Ayer quedaron campeones del futbol mexicano al derrotar al León -otro histórico de nuestro balompié-; y lo hizo “a lo Atlas”, de una manera agónica, in extremis… en el último penal de la ronda; Julio Furch no falló, pero en el partido habían dejado ir oportunidades increíbles.
Se ve al Atlas como un equipo que nació para perder… y en eso se parece a las canciones de folk de protesta que hacía Woody Guthrie, a las primeras composiciones de un joven Bob Dylan que imitaba a su ídolo vagabundo.
Este triunfo del Atlas se parece a la gesta heroica del Leicester, cuando en 2016 salió campeón de la Liga Premier de Inglaterra. Otro equipo modesto, sin tanto presupuesto… como muchas veces lo ha sido el Atlas, aunque ahora el grupo Orlegi le da solidez financiera, pero tampoco es que su platilla sea tan cara en el mercado actual.
En muchos sentidos, ese Atlas de tantos años era un equipo punk, con ese arraigo popular de The Clash… una y otra vez se saboteaba, como haciéndole ascos a la realeza. Su campeonato reivindica a otros equipos con espíritu similar, como el Rayo Vallecano, como el St. Pauli, tándem anarquista en Alemania.
Que mejor que una escuadra también conocida como “Los amigos del balón” se haya impuesto… se escucha pues La balada de los desposeídos, un himno contra el aburguesamiento y el aburrimiento en el futbol. Atlas y su arraigo popular se han impuesto y eso hay que celebrarlo… 70 años después “Los zorros” están en la cumbre.
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