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Alan Palomo: “Luis Miguel importó el R&B y el funk a México en los 80”

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Ambulante 2024

“Sentía que estaba en un punto de quiebre en mi carrera. Después del tercer disco con Neon Indian lo que seguía era un cambio muy dramático para establecer un nuevo rumbo, y entonces decidí hacerlo, pero ya bajo mi propio nombre”. Habla Alan Palomo, perfilando los detalles que lo llevaron a la realización de World of hassle, su álbum debut como solista. “Siempre me han gustado los discos de sophisti-pop que se hicieron en los años 80, en la onda de Roxy Music con ‘Avalon’, Sting con ‘Bring on the night’, The Style Council de Paul Weller y Prefab Sprout. Esa mezcla de jazz con pop que estuvo muy de moda en los ochenta”. 

¿Cuál es el origen del título World of hassle?

Surgió a partir de la lectura del libro de Thomas Pynchon, Inherent vice. Me gusta porque pone a sus personajes en situaciones ajenas a su voluntad, creadas por fuerzas externas, como si fueran la broma de alguien más. Creo que fue la sensación que tuve después de la pandemia, donde estuvimos a merced de las circunstancias sin saber a lo que nos estábamos enfrentando. Me imaginé el concepto del disco como la primera plana de un diario con ese encabezado: World of hassle. De alguna forma tiene que ver con el concepto de tratar de darle sentido al caos, algo que traté de hacer con las canciones. 

Abrazas muy bien los años 80 con este disco, ¿cuáles consideras que fueron las virtudes y defectos de esa época?

Los años 80 tienen que ver con la nueva tecnología que se utilizó en la música, fueron tiempos de descubrimientos, se crearon sonidos que después se volvieron genéricos, pero que en su momento innovaron. Por darte un ejemplo, la aparición de los secuenciadores y las cajas de ritmo vino a revolucionar muchas cosas. Para este disco estaba buscando un sinte en específico que prestó Mac DeMarco, ese fue un elemento que cambió por completo la forma en la que encaré el álbum, porque dejé de estar frente a la pantalla y empecé a trabajar únicamente con mis oídos. Si algo tenían los años ochenta es que no se trabajaba con un ordenador, todo lo componías de oído; eso te hace desarrollar una sensibilidad diferente.

En cuanto a los defectos de aquella época, quizá fue el ámbito político y económico, porque la aparición de toda esa tecnología se dio en el contexto del gobierno de Ronald Reagan, el cual propició que el mundo entrara en un modelo de “esclavitud económica”, y estamos padeciendo las consecuencias hasta ahora. Mucha música pop de esa época se relaciona con ello. Mi intención al acercarme a esos días ocurrió a través de una visión distópica, muy en el tono de los libros de Thomas Pynchon, para darle un toque de ironía.  

Ahora que mencionas a Mac DeMarco, ¿cómo se dio la colaboración en la canción “Nudista Mundial 89”?

Estaba trabajando con mi banda y surgió la idea de utilizar un teclado en específico, un amigo me dijo que Mac lo tenía, así que me puse en contacto con él y al final no sólo prestó el teclado, sino su lugar de ensayo; vaya, terminó siendo el ingeniero. Le mostré el tema y le planteé que cantara en español ya que él es muy querido en México, y además coincidió que a los dos nos gusta el italo-disco. Fue nuestra “Vamos a la playa”, de Righeira.

Perteneces a una generación que definió un sonido de lo que fue el indie norteamericano de finales de la primera década del siglo XXI, hablo de grupos como The Drums, Beach Fossils y el sello Captured Tracks. Un sonido que después se replicó en todo el mundo. ¿Cuál fue la aportación de esa generación?

Cuando comencé la banda no había las plataformas que tenemos ahora, todo era de cierta forma muy primitivo; aunque teníamos Myspace, la mayoría de la música se distribuía en blogs, algo muy orgánico. Y en cuanto a las bandas, muchas empezamos a hacer música en casa, con los recursos que teníamos a la mano. Veníamos de los ochenta, pero siendo fans de Daft Punk y de Justice, por ejemplo. Y al mismo tiempo, en mi caso, había ganas de incorporar cosas más low fi, como Ariel Pink y John Maus.

Eventualmente todo eso se iba a combinar, empezó conmigo y con Toro y Moi, y junto a esto bandas más orientadas al rock como los Beach Fossils o los Drums. Lo interesante es que a la distancia te das cuenta de la influencia que tuvo toda esa escena de manera global. Nosotros tuvimos que manipular mucho equipo para poder encontrar cierto sonido, ahora esos sonidos los encuentras en paquetes de software, de alguna forma es motivo de orgullo haber creado un sonido que marcó una época. 

Le dieron la vuelta a la generación de los Strokes y Franz Ferdinand.

Fuimos una continuidad de esa ola, pero con cosas de nuestra propia generación. Es interesante porque cada escena va generando su propia nostalgia, siento que estamos viviendo en una era post-género, donde hay mucha libertad para combinar distintas cosas. En este caso me interesa mucho lo que está pasando en Francia con gente como L’Impératrice o La Femme, ahí te das cuenta de que el mundo se ha vuelto menos rígido a nivel musical, lo importante es saber combinar los elementos y no aferrarse a un único género.

Vuelves a cantar en español.

Para mi era una meta, yo quería cantar eventualmente en español. Recuerdo que cuando saque “Toyota man” ese fue mi primer esfuerzo por escribir en mi primera lengua, pero me di cuenta que en ese momento muchas bandas de Estados Unidos se estaban llamando a sí mismas LatinMex. Era interesante ver cómo te dabas cuenta quiénes realmente hablaban español y quiénes lo hacían simplemente por un aspecto comercial.

Para este disco empecé a leer a escritores mexicanos contemporáneos como Fernanda Melchor, y eso me ayudó a encontrar una voz más natural, y creo que con “La madrileña” lo conseguí. A diferencia de “Toyota man” que estaba inspirada en una onda más de Los Tigres del Norte. En este caso pensé en el artista que estaba importando el R&B y el funk en México en los ochenta y noventa; entonces apareció el nombre de Luis Miguel. Mi canción favorita de él es un cover de Stevie Wonder, “Será que no me amas”, así que procuré que tuviera toda esa vibra.

¿Vienes pronto a México a presentar el disco?

Tenía ganas de regresar al Corona Capital a manera de revancha, porque en 2011 tuve problemas técnicos, pero en esta ocasión queremos regresar con una gira más amplia y no sólo visitar la Ciudad de México o Monterrey, tengo ganas de recorrer más ciudades. Me gustaría que fuera para la primavera del próximo año.

Jacobo Vázquez

Jacobo Vázquez

Nació en la Ciudad de México. Fue locutor en Ibero 90.9 FM del programa Mole Mogollón. Es autor del libro El rock fue su idioma, una crónica sobre el boom del rock en español en los años 80.

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