Björk, abre su cofre del tiempo para rescatar “Oral”, una pieza musical ahora revitalizada junto a Rosalía. Este himno pop, gestado hace dos décadas, se erige no solo como una oda musical, sino como un manifiesto benéfico contra las piscifactorías (criaderos industriales de peces), fusionando ritmos de dancehall y reggaetón. La magia surge cuando dos mundos musicales colisionan en pro de una causa medioambiental.
En una reveladora entrevista con The Guardian, Björk expone los entresijos de esta colaboración, que destaca por su origen altruista. La canción, descartada en su momento por no encajar en sus producciones anteriores, encuentra ahora un propósito más amplio al sumarse a la lucha contra las prácticas nocivas de las piscifactorías.
La cantante originaria de Islandia, conocida por su vanguardia musical, confiesa que “Oral” se inspira en el dancehall jamaicano, pero al escucharla recientemente, percibe la sombra del reggaetón, evidenciando la influencia mutua entre géneros aparentemente dispares. La colaboración con la española no solo resalta la convergencia de estilos, sino que subraya la capacidad de la música para abordar problemáticas globales.
¿Porqué Björk eligió a Rosalía para la canción?
La canción incluirá versos en castellano, aportando un matiz global y destacando la importancia de la problemática en países hispanohablantes como Argentina y Chile. La elección de Rosalía, una voz destacada de la escena musical contemporánea, no solo obedece a su destreza artística, sino también a su compromiso con las cuestiones medioambientales, delineando así un compromiso genuino con la causa.
Björk comenta que Rosalía le ha proporcionado una perspectiva desconocida sobre la situación piscícola en los países hispanohablantes. Este intercambio de información revela la capacidad de la música para trascender su función artística y convertirse en un vehículo de conciencia social.
La producción, a cargo de Sega Bodega, confirma la adaptabilidad de la música a través del tiempo, transformando una creación del pasado en un mensaje contemporáneo. Este encuentro musical, más que una colaboración, se presenta como un diálogo intergeneracional y multicultural que busca unir fuerzas en la lucha contra las amenazas ambientales.
“Oral” no solo resuena como una experiencia musical, sino como un eco crítico que cuestiona la responsabilidad de la industria musical frente a problemáticas globales. El rescate de esta pieza musical del pasado se convierte así en una declaración sonora y visual que fusiona arte y activismo.