#SangreDeMetal

Jorge Curiel: el jefe de los tambores prog

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Ambulante 2024

Álaghom, Calvaria y Luzbel son tres bandas desde las cuales se puede rastrear la música de Jorge Curiel, un baterista mexicano con años en la lucha y que desde 2010 ha sacado discos bajo su propio nombre. Omega es el más reciente y fue editado a finales de 2021.

TXT:: Luis Jasso

Omega es un antiguo dios olvidado y exiliado del mundo y la memoria. Tras pasar milenios atrapado en la Luna es liberado por una colisión causada por la llegada del tótem que contiene el poder verdadero. Libre al fin, Omega busca la manera de recuperar su poder y tomar el lugar que le corresponde en el mundo… su mundo. La descripción es importante porque Colisión (2010) y Tótem (2014) son los nombres de los discos solistas de Jorge que anteceden a Omega. Ese es el contexto, ya depende de la imaginación de cada quien irse por ciertos caminos con esa información en mente.

El disco tiene varios elementos a destacar. Primero que nada, aunque aparentemente está separado en nueve tracks, en realidad se trata de una canción de casi 40 minutos que en todo caso tiene nueve capítulos sonoros. En segundo lugar, se trata de un trabajo instrumental en el cual conviven guitarra, teclado, bajo y batería; una proeza de solos, atmósferas y paisajes sonoros. Si fuera obligado hablar de referentes se podría decir que hay momentos tipo Rush, otros tipo Ayreon y otros semejantes a lo que hace en ocasiones Dream Theater. Sin embargo es música con personalidad propia que, honestamente, cuando llegan las últimas notas de piano que anuncian el final, no se siente que hayan pasado 40 minutos sin un sonido creado desde las cuerdas vocales.

Jorge es baterista pero también compositor. Este disco, de principio a fin, con sus riffs y solos de guitarra y teclado, el brutal trabajo en el bajo son su creación, fue ejecutado por músicos de altísimo nivel. Hiber Grieck y Carlos Villaseñor en las seis cuerdas, e Iván Martínez en el bajo y Daniel Haro y Ulises Aranda en los teclados, hacen un trabajo sobresaliente que lleva a la realidad un disco que afortunadamente contó con su pericia musical para que no se quedara en el tintero.

Como suele ser en trabajos independientes, Jorge no solo compuso, tocó la batería y la guitarra acústica; sino que grabó, mezcló y masterizó el disco en su propio estudio. Curiosamente y si fuera necesario ponerle algún pero sería justamente que su instrumento, la base sobre la cual ha construido su nombre ,es el que se pierde por momentos en la mezcla. La tarola (con un sonido seco que depende más del gusto de cada baterista) está siempre ahí, pero hay pasajes en los que se requiere mucha atención para encontrar el enorme trabajo de pies en el doble bombo o algunos fills en los toms. Ahí están, pero podrían haber brillado un poco más.

Para disfrutar de este disco y el tipo de música que contiene no se requiere ser erudito ni especialista, pero sí hace falta tener el gusto por el rock instrumental, y ya en esas, por el prog instrumental. Es decir, aquél que a fuerza requiera de una voz que lleve una línea melódica, con o sin palabras, podría desesperarse, pero aquél que entienda que la paciencia es una virtud encontrará una recompensa de muy alto nivel. Es un discazo, pues. Omega se encuentra en todas las plataformas digitales y se puede conseguir en formato físico (es edición digipack doble que incluye el disco y un DVD tipo making off con entrevistas y algunos videos aquí.

Habrá que esperar a que anuncien fechas en vivo para ver en persona como la complejidad de las partes musicales se fusiona con una gran talento para la composición que lo hace sonar accesible para el escucha que no necesariamente sabe de tiempos, fórmulas y estructuras y gozar en ese formato de esto que es un proyecto atípico dentro del rock. ¡Altamente recomendable!

Auditorio BB