El trío californiano integrado por Billie Joe Armstrong (voz/guitarra), Tré Cool (batería) y Mike Dirnt (bajo/voz) regresa en condiciones envidiables con su disco de estudio número 14, producido meticulosa y magistralmente por Rob Cavallo, cómplice indiscutible en sus trabajos más importantes, incluidos: Insomniac (Reprise 1995), Nimrod (1997) y Revolution Radio (Reprise, 2017). Nos referimos, por supuesto, a Saviors (Reprise Records, 2024).
No existe la menor de las dudas, Saviors marca, por tercera ocasión, un antes y un después en la carrera (ya de 38 años) de Green Day. Incluso sería prudente decir que, alineándose por décadas con Dookie (Reprise, 1994) y American idiot (Reprise 2004), este disco arrojará clásicos instantáneos, como en su momento lo lograron con predecesores de la talla de “She”, “Burnout”, “Having a blast”, “Basket case”, “Pulling teeth”; “American idiot”, “Jesus of Suburbia”, “Boulevard of broken dreams” o “Extraordinary girl”.
El sonido del álbum desmenuza a la perfección la carrera de la banda y es, al mismo tiempo, un excelente ejercicio de acercamiento si se es primerizo por estos lares. En Saviors tenemos espacio para todo. Basta escuchar el primer track, “The american dream is killing me“, para saberlo, rock de garage cuantificado como rock de estadio, con coros sing a long y una sutil reminiscencia a los Beatles y los Beach Boys gracias al arreglo de cuerdas y la orquesta que contiene. ¿Todos bien hasta el momento? Por supuesto.
La máquina apenas calienta y ya nos recetan “Look ma, no brains“, la cual, con sus dosis de rabia juvenil y urgencia pop, apenas deja tiempo para reponerse de los relámpagos chicle bomba que ostenta y harían rodar lágrimas por las mejillas de los mismísimos Ramones. Es ahí cuando pertinentemente llega “Bobby sox“, una de esas semi baladas mid-tempo que Green Day fabrica como nadie. Esto es Billie Joe Armstrong, dando voz a millones de enamorados en todo el mundo, ayudándoles a expresarse una vez más, gritando con todos sus fuerzas: Do you wanna by my girlfriend?/Do you wanna be my boyfiend?
A continuación, un par de viejas-recientes conocidas hacen su aparición estelar: “One eyed bastard“, con su gran corto pandillero y, “Dilemma” (ésta con con un hermoso video dirigido por Ryan Baxley): ambas han servido como cartas fuertes de presentación, elevando enormemente las expectativas y cimentando la reputación del trío al momento de componer canciones de alcance masivo.
A reserva de sonar tan nostálgico y viejo (como en realidad soy, estuve ahí, en el momento indicado, con Dookie), debo decir que Saviors no tiene desperdicio. Hacía mucho tiempo que no escuchaba un disco de pop punk y rock & roll con tales proporciones. Prácticamente el 90% del contenido podría funcionar como sencillo, asumiendo nuevamente que Green Day siempre funcionará como entidad sonora bajo sus propios términos.
Es aquí donde tracks como “1981”, “Coma City”, “Suzie chapstick”, “Strange days are here to stay” y el que da título al álbum demuestran que cumplen con una función específica: redondear un disco casi perfecto, sabiendo qué esperar exactamente de un trabajo de Green Day. Canciones con una vena pop indiscutible. Mención aparte para la ejecución del trío, quien goza de una gran condición, de altísimo nivel, como es usual. Llama mucho la atención el considerar que en pleno 2024 vea la luz un disco con 15 canciones, pero en el caso de los autores de Father of all mother fuckers (Reprise, 2020) no es extraño; el riesgo, siempre ha sido el común denominador en su carrera.
Saviors demuestra que la carrera de Green Day aún tiene muchos años por delante. Este mismo año, el conjunto planea salir de gira para promocionar el disco e interpretar en su totalidad Dookie y American idiot, conmemorando 10 y 30 años de sus lanzamientos respectivos, lo que ya levantó ciertas expectativas a su alrededor, pues se trataría de una de las giras más importantes del verano, considerando el cartel de la misma, que incluye a The Smashing Pumpkins, Rancid y The Linda Lindas, entre otros. Larga vida a Green Day.
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