La batalla legal entre la actriz Gina Carano y los gigantes de la industria del entretenimiento ha tomado un giro dramático con la presentación de una demanda en un tribunal federal de California. Carano, conocida por su papel en The Mandalorian, ha acusado a Disney y Lucasfilm de despido injustificado y discriminación. La causa radica en una publicación controversial en las redes sociales que comparó ser republicano con ser judío durante el Holocausto.
Elon Musk, ha decidido respaldar financieramente la demanda de Carano como un gesto de apoyo a la libertad de expresión. Joe Benarroch, jefe de operaciones comerciales de X Corp., destacó la importancia de garantizar que los individuos puedan expresarse sin temor a represalias.
El trasfondo de la disputa se remonta a febrero de 2021, cuando Carano compartió una publicación en Instagram que generó polémica y desencadenó su despido de The Mandalorian y la ruptura de relaciones con su agencia en ese momento, UTA. La demanda argumenta que Disney fue el catalizador de la presión ejercida sobre la agencia para que abandonara a Carano.
La acción legal de Carano apunta a destacar una supuesta ortodoxia de pensamiento y acción impuesta por Disney y Lucasfilm, al tiempo que señala la aparente indulgencia de la compañía hacia otras figuras del elenco que han expresado opiniones políticas controvertidas.
Ante la demanda, Disney, Lucasfilm y Carano no han emitido comentarios oficialmente. La situación plantea un desafío legal y ético para la industria del entretenimiento, donde la libertad de expresión choca con las expectativas y responsabilidades de los empleadores en un mundo cada vez más conectado digitalmente.