No es que el Aluminio tenga una historia ilustre, pero si puede decirse que es el tercer elemento más común encontrado en la corteza terrestre y que entre sus propiedades más útiles se encuentran su baja densidad y alta resistencia a la corrosión; Aluminum ahora es utilizado en inglés para nombrar a una banda de rock procedente de Oakland, California, y que tiene un espléndido álbum debut.
En el centro de esta historia se encuentra Ryann Gonsalves, quien viene empujando con un segundo disco de su otra banda, Torrey, pero también lo ha intentado como solista; ahora monta un proyecto paralelo en el que ha incorporada a dos destacados músicos de la escena de la Bahía: Marc Leyda y Chris Natividad; Así quedó armada Aluminum.
Fully Beat abre de la mejor manera con “Smile”, que demuestra la comunión perfecta entre bajo y batería -siempre a la espera de recibir los guitarrazos- para abrir brecha para una propuesta que tira del shoegaze con brochazos de electrónica y sintes en algunas partes; ¡Vaya que nos remonta hasta aquel sonido del rock noventero y aquella Nación Alternativa!
“Always Here, Never There” es un sencillo lleno de encanto y melodía; Cierto, los Aluminum deben ser fans totales de My Bloody Valentine, pero vaya que también nos recuerdan a Neds Atomic Dustbin, Jesus Jones e incluso Ride. ¡Ese gancho nostálgico es efectivo! Algo de Veruca Salt y The Breeders flota entre estas 10 canciones.
Por su parte, Ryann Gonsalves ha contado que para hacer Fully Beat tomaron elementos del big beat, el jangle pop y remataron con shoegaze; es una obra diversa que por instantes nos hace sentir en el Manchester de la década de los nueves y, por si lo dudan, ahí está “Behind My Mouth” para ratificarlo.
Al momento, la canción más sonada del disco es “Beat”, que es conducida por una guitarra que avanza como patinando sobre un ritmo de velocidad media -he aquí un pasaje de psicodelia trotona al estilo The Stone Roses-.
Así como es estimulante y emocionante el viento frío que sopla en la Bahía de San Francisco y que se siente tremendo al cruzarla en Ferry rumbo a Oakland o Sausalito, así es la sensación de escuchar a Aluminum acometiendo sobre esa decena de canciones en Fully Beat… uno se siente vivo y con un fluido de adrenalina recorriendo el cuerpo… sigue siendo algo llamado rock… una maravilla.
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