Con la edición de varios singles por delante, entre ellos “¡Ay, Madrid!” (2024), el conjunto tricantino Vetusta Morla pone oficialmente en circulación Figurantes (Pequeño Salto Mortal, 2024), séptimo fonograma editado en 15 años de carrera, mismo que servirá como prefacio para activar una pausa necesaria en su andar.
El sexteto se ha consagrado como uno de los últimos grandes actos del rock ibérico del siglo en curso. Su reputación, labrada alrededor de buenas canciones, les ha convertido en referente taquillero también en otros sitios del globo, especialmente en México, donde juegan de locales, por lo que editar un disco tan arriesgado como Figurantes llama la atención, especialmente al situarlo delante de una gran racha para Vetusta Morla, obtenida con Cable a tierra, su trabajo previo.
La siguiente es una charla sostenida con Juan Pedro Pucho Martín Almaraz, cantante de la banda, quien a nombre de Juan Manuel Latorre (guitarra), Guillermo Galván Alonso (guitarra), Álvaro Baglietto (bajo), Jorge González Giralda (percusión y programaciones) y David García El Indio (batería y coros), desmenuza todo sobre la decisión de grabar Figurantes mientras se encontraban de gira, además del origen de las canciones que le integran.
Figurantes se siente como una especie cancionero atemporal y “amorfo”, sin perder la brújula, en el que la música del mundo toma las riendas del futuro
Es el álbum más libre que hemos hecho en 25 años. Después de crear discos de distintas maneras, con procesos de grabación e investigación a nivel conceptual y estético, tuvimos un gran aprendizaje que nos ayudó mucho a que las canciones volaran libres, sin ningún paraguas conceptual que las albergase. Tiene que ver mucho con el aprendizaje y la experiencia. Estas canciones hablan de sentimientos que duelen y punzan, forman parte de procesos: hay que sacar las cosas malas para aprender de ellas y adquirir sabiduría.
Hablando de ese tipo de libertad artística, y bajo las condiciones en que se grabó, ¿es su proyecto más ambicioso?
¡No, qué va! Al revés, el figurante lo dice todo. Es la primera vez que grabamos un disco estando de gira, aprovechamos para hacerlo en los huecos que quedaban entre ir de un continente a otro. Jamás pensamos irnos a grabar con el productor más increíble del mundo en los estudios más lejanos. Teníamos la intención de sacar canciones muy libres que estaban en nuestros cajones y cabezas, pero que no se apegaban a ningún álbum. Estoy animando al público a que escuche el disco puntualmente de forma arbitraria, random. Figurantes es como los secundarios de las películas del Hollywood clásico: parece que no tienen que ver con la trama principal, pero si los quitas se cae la película. Son canciones que forman parte de la estructura de nuestro corpus musical, cada una es una isla, y les hemos dado la oportunidad de ser protagonistas.
Cable a tierra, su disco anterior, y éste, salen alineados con el inicio y el final de la pandemia. ¿Cómo es lanzar música en estos dos periodos tan específicos de la humanidad, en los que todo ha cambiado?
Éste en realidad no iba a ser un álbum. Nos preguntamos: ¿por qué componer música cada 4 años para grabar un disco, si tenemos material? También queríamos registrar canciones sin ningún objetivo primigenio. El germen fue un poco ese doble single que salió en marzo de este año (Puentes y catedrales), a partir de ahí, dijimos: hacemos un EP. Liamos todo y finalmente se convirtió en un álbum. Obviamente notamos todo los cambios no solo en la industria musical, especialmente en el vértigo y la velocidad con la que vivimos, vamos con la lengua de fuera, pareciera que la pandemia le dio al botón de fast forward, y creo que eso nos llevó a sacar el disco de esta forma.
Después de la gira por España, vamos a parar. Normalmente descansamos entre giras, pero ahora no supimos que pasó, se nos han ido 4 años sin parar y si no lo hacemos ahora podríamos ir a más. En los últimos tiempos parecería que la música es lo menos importante de todo, al final hay que hacer un envoltorio de contenido y mega producciones visuales, pero hemos querido hacer un disco con el que saquemos canciones por el mero gusto de mostrarlas, nuestro objetivo era dar espacio a la música.
La pausa que tienen en puerta, ¿de qué forma les ayudaría a poner en perspectiva su carrera de forma interna?
Juanma lleva tiempo produciendo y sacando bandas sonoras, Guille hace libros de poesía. Funcionamos como colectivo, pero está la cuestión de sacar discos en solitario. Siempre hemos respetado los espacios de cada uno, habrá quien siga trabajando y haciendo cuestiones creativas, habrá quien simplemente descanse. Es un periodo de reflexión y recarga, cuando estás de gira vives una especie de monotonía, aunque se viva intensamente, por eso hay que experimentar otras cosas, llenar la cabeza de ideas. Vamos a valorar nuestra carrera después de 25 años juntos, replantearnos, saber dónde quiere estar cada uno y luego hablar los seis para saber si seguimos teniendo un espíritu en común.
Carles Campi Campón ocupa de forma recurrente la silla de productor en sus discos, para Figurantes su intervención se redujo de algún modo, ¿cómo afrontaron el proceso?
Bueno, sí estuvo en el disco; aunque hemos tomado ciertas riendas de la producción. Él también buscó sus huecos porque toca con Jorge Drexler y sale mucho de gira. Es cierto que hemos volado sin él en muchos tramos, pero al final Campi ha supervisado bastante todo nuestro trabajo, es una pieza muy importante, ¡70% terapeuta y 30% productor!
Son pocos discos los que actualmente priorizan el arte de disco como concepto, Figurantes lo consigue gracias al trabajo en conjunto entre el estudio Boa Mistura y ustedes.
Boa Mistura es un equipo madrileño de arte callejero que se dedica a transformar barrios de muchos lugares del mundo. Los conocimos hace años en FIL de Guadalajara, cuando Madrid fue la ciudad invitada. Ellos estaban terminando unos trabajos en un barrio de la periferia de Jalisco y nos conocimos en un coctel. Teníamos una lista de canciones que nos costaba conceptualizar, les dimos el disco sin mezclarlo del todo, con una serie de ideas. Creo que es la portada en la que los 6 miembros hemos sido unánimes.
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