La semana pasada The New York Times dio a conocer su lista con las 10 mejores novelas del año y entre ellas se encuentra Un verdor terrible, que en español podemos leer editada por Anagrama; se trata de una obra de la que el enorme escritor John Banville apuntó que es: “ingeniosa, compleja y profundamente perturbadora”.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Benjamín Labatut es un escritor holandés, nacido durante 1980, que ha hecho una obra que entrevera ciencia -su historia- y literatura. De Un verdor terrible se dice que es: “un libro inclasificable y poderosamente seductor, que habla de descubrimientos fruto del azar, teorías que bordean la locura, búsquedas alquímicas del conocimiento y la exploración de los límites de lo desconocido”.
Entre las historias que se abordan se encuentra la del primer pigmento sintético moderno, el azul de Prusia, creado en el siglo XVIII gracias a un alquimista que buscaba el Elixir de la Vida mediante crueles experimentos con animales vivos.
Este hallazgo representa el origen del cianuro de hidrógeno, gas mortal que el químico judío alemán Fritz Haber, padre de la guerra química, empleó para elaborar el pesticida Zyklon, sin saber que los nazis acabarían utilizándolo en los campos de exterminio para asesinar a miembros de su propia familia.
Un verdor terrible es un libro espléndido y peculiar, pero si no fuera suficiente para los lectores, este fin de año aparece La piedra de la locura, también con Anagrama, en la que ahora se concentra en la Teoría del caos, y parte de la historia del matemático y meteorólogo estadounidense Edward Norton Lorenz, quien en 1961 estaba estudiando el comportamiento del clima. Para tratar de entenderlo, construyó un modelo matemático simple cuyas propiedades exploraba con la ayuda de ordenadores.
El problema llegó cuando empezó a repetir cálculos: volviendo a meter los mismos datos, aparecía un resultado distinto. Intentando averiguar qué estaba pasando, Lorenz tuvo una revelación: su máquina redondeaba las cifras después del cuarto decimal, porque no podía imprimir más que eso.
A través de ese error, en parte humano y en parte informático, el científico entendió la esencia de la teoría del caos: una muy mínima alteración de los datos hace que los resultados varíen de forma impredecible, conclusión que conocemos popularmente en la actualidad como “efecto mariposa”: “El aleteo de una mariposa en Brasil puede producir un tornado en Texas”.
Ambos libros serán una estupenda alternativa para pasar la temporada de fin de año entre literatura que explora la ciencia y ciencia que se convierte en literatura.