Música

Tres bebidas, tres canciones: primera parte.

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Ambulante 2024

#Sangredemetal

Con el fin de año suele llegar también una insaciable sed etílica. Las fiestas y pretextos para beber abundan, se disfrazan de posadas, fiestas de fin de año, convivencias invernales y muchas caras más. Es una época del año en que hay tiempo para hacer listas de lo mejor y peor, y normalmente estas son creadas o debatidas con tequila, whisky, chela o ron de por medio, más que con café o té. Por eso, Sangre de Metal ofrece a continuación algunas recomendaciones de bebidas y la rola que quedaría bien para escucharla.

Ya que estamos en México, la bebida tradicional sería el tequila. Algunos le temen, cuando pega, lo hace con tubo, provoca algunas de las crudas más salvajes y, sin embargo, bien llevado, es un trago perfecto para enfiestarse; combina con diversos brebajes extra como sangrías y refrescos y es fácil sentir su presencia en el cuerpo. Raspa desde el primer sorbo y aunque esté ofrecido en botellas muy elaboradas y con diversas características que elevan su precio a niveles estratosféricos, siempre hay alguno al alcance de cualquier bolsillo. Por ello, el tequila es ideal para escuchar thrash metal. Veloz, al grano, como “shot” de tequila, “Gung Ho” de Anthrax es ideal para escuchar mientras bajas por la garganta el destilado del agave. Si en los cuatro minutos y feria que dura la canción te echas tres caballitos, sin sal ni limón, sólo el tequila, y cantas a tope el pegajoso coro, serás un héroe inmortal.

El metal tiene muchos subgéneros, casi uno por cada estado de ánimo importante del ser humano. Sí, estas fechas suelen ser alegres, pero hay miles de personas que más bien se deprimen. El frío, probablemente alguna pérdida y la excesiva felicidad de medio mundo provocan que muchas personas no tengan ganas de andar por la calle con una sonrisa de oreja a oreja. Para todos ellos existe el doom metal, el subgénero pesado por excelencia, lento, desgarrador y que abraza con dulzura sentimientos como la angustia, la desolación y el desinterés. Es el estilo apropiado para acompañar con whisky, una bebida somnolienta que una vez que se le agarra el gusto se convierte en un regodeo para el paladar. Se bebe lentamente para apreciar sus matices y para que caliente poco a poco la sangre. La embriaguez llega pausadamente y de manera más sutil, se siente como crece dentro del cuerpo, como riff de banda desgarrada y entregada a la levedad de la existencia. Como el Doom, el whisky se busca, no abunda en la mesa y por ello, porque encontrarlo requiere cierta labor, se siente como un premio individual.

Así, “The Cry of Mankind”, de My Dying Bride, es un acompañante perfecto para tomarse un buen vaso de whisky, sin nada más que la bebida y un par de hielos. El outro de la canción es casi como una referencia musical a ese momento en el que le quedan dos o tres sorbos al vaso y tú miras la mágica bebida mientras mueves levemente el contenido, en busca del momento ideal para cada uno de esos sorbos finales.

Para el heavy metal, cerveza. En vaso o en botella, es la bebida ideal para escuchar heavy, sacudir la cabeza y no preocuparte mucho de que se caiga un poco. Es la mejor compañera en esos conciertos de grandes coros, enormes solos de guitarra y riffs majestuosos en la batería. Es música que difícilmente querrás escuchar sentado, al contrario, querrás imitar al cantante o al guitarrista, querrás sacudir la mata y si no la tienes, te la imaginas. Es un género que te provoca moverte, y eso va de la mano con la sed, así que necesitas algo que sea fácil de conseguir, que se beba bien frío y que cueste poco para que, cuando en el frenesí de las guitarras imaginarias algo caiga al suelo, no duela tanto. Además, el heavy es un género en el que las canciones no suelen ser tan largas y con cada una brotarán las ganas de beber, así que un trago de baja graduación alcohólica es ideal para que repitas la experiencia una y otra vez sin miedo a perder el control en un periodo corto de tiempo. Además, la chela es la bebida ideal para levantar el brazo y cantar. Si no tienes chela en mano levantarás el puño o los cuernos, pero si tienes una bien fría contigo, levantarla en el aire será una muestra de que estás feliz.

¿Habrá manera de escuchar “Thundersteel” de Riot sin que surja la sed chelera? Escucha la rola y decídelo por ti mismo.

Auditorio BB