Traveler es un quinteto canadiense de la llamada New Wave Of Traditional Heavy Metal, aunque algunos se sienten cómodos al ponerlos bajo la sombra del speed metal. Como sea, se trata de música muy bien hecha, que va directo al punto, sin rodeos, con riffs melódicos y veloces por todas partes, con una batería salvaje y con mucho estilo. En días recientes pusieron en el mercado “Termination shock!”, su segundo larga duración, editado ahora por el sello italiano Gates of Hell Records. Este nuevo material llega apenas un año después de que su debutante y autotitulado Traveler los pusiera en el mapa actual.
Probablemente su música no sea el descubrimiento de algún hilo negro, pero ciertamente tiene varios toques de frescura que le dan a la formula del metal tradicional un sonido moderno y muy atractivo. Sobre todo, el juego melódico y constante de sus guitarras gemelas es una bocanada de aire fresco. También está presente en varios coros la idea clásica de armonizar voces, así que eso debería ser suficiente para imaginar por donde viene la música.
Luego de establecer un nombre en la escena local, los oriundos de Calgary se fueron a Europa y lograron muy buenos comentarios, especialmente de la gente que los vio en el festival Keep It True, dedicado justamente al Heavy Metal tradicional. Para mantener el impuslo y para aprovechar que pronto saldría “Termination shock!”, para empezar este año regresaron al viejo continente, solo que la gira se tuvo que detener imprevistamente por el ataque de Covid-19.
El motor creativo de la banda es el guitarrista Matt Ries, quien ha dicho que escribió el material del disco de la misma manera en que lo ha hecho desde los días de su primer demo: sin expectativas, simplemente por el mero placer de escribir la música que le gusta. Es una frase que parece lugar común, pero es también una que cuando se dice sin sustento en los sentimientos, se cae a pedazos. Es decir, muchas bandas dicen lo mismo pero al escuchar la música se nota que hay un equipo de promoción detrás, un sello que dicta línea y que, más que una creación desde la entraña o el corazón, se trata de algo planeado para vender, para ser accesible y por ende, sin mucha identidad. En el caso de Traveler es lo contrario: se siente honesto, sin pretenciones y eso lo hace sonar fresco y poderoso. Además de Ries, en esta ocasión hubo mayor colaboración. Por ejemplo, el cantante Jean-Pierre Abbound (que por cierto tiene un timbre de voz muy interesante, no agudo, más seco pero muy potente) escribió las letras de siete de los ocho temas y el bajista Dave Arnold, ex Striker, contribuyó con una canción. Al final son 40 minutos de Heavy Metal muy bien hecho, sin mayores etiquetes ni recovecos. Altamente recomendable.
