The queen is dead ha sido uno de los álbumes más emblemáticos no sólo en la trayectoria de The Smiths, sino de la música en general, por lo que hoy te contaremos un poco de su historia.
Luego de más de año y medio de retraso por problemas con el sello discográfico Rough Trade, The queen is dead fue lanzado por Morrissey, Johnny Marr, Andy Rourke y Mike Joyce el 16 de junio de 1986, como su tercer material discográfico juntos. Si bien el disco significó el punto más alto del cuarteto, también marcó el inicio del fin.
Como ya sabemos, para comprender las canciones de Morrissey es necesario entender el idioma y el contexto, y The queen is dead es una clara muestra de ello. Este material, además de dar inicio a una etapa importante en la carrera de la banda, también logró ser parte de una filosofía de vida para todos aquellos que deseaban rebelarse contra la Inglaterra conservadora de Margaret Tatcher; es por eso que originalmente se titularía Margaret on the guillotine. Al final, el combo inglés optó por el ya conocido título basándose en la aclamada novela Last exit to brooklyn, del autor americano Hubert Selby, misma que de hecho causó mucha controversia en su época debido a su abierto criterio sobre la homosexualidad, racismo, drogadicción y violencia doméstica.
En esta colección de canciones, The Smiths trataron de combinar la literatura y la política, por supuesto, el séptimo arte no podía quedarse fuera. Es así como el mismo Morrissey en colaboración con el reconocido actor francés Alain Delon, crearon la portada del álbum teniendo de inspiración el polémico film noir de los años sesenta, L’insoumis.
The queen is dead, ya por todos los factores antes mencionados, prometía mucho y como un plus, dentro de las 10 pistas que lo conforman encontramos el que fue el primer single, “There is a light that never goes out”, mismo que hasta nuestros tiempos es considerado como un himno para los enamorados.
En su momento, hablando de esta canción, Moz explicó: “Cuando eres un adolescente y estás en los 20, todo parece desesperadamente eterno y doloroso. Pero mientras vas creciendo te das cuenta de que la mayoría de las cosas son terriblemente dolorosas y esa es la condición humana. Muchos de nosotros sobrevivimos porque estamos convencidos de que en algún punto de nuestra vida, con determinación y perseverancia, terminaremos en algún tipo de mágica unión con alguien. Es una falacia, por supuesto, pero es un tipo de religión. Tienes que creer. Siempre hay una luz que no se apaga, y se llama fe”.
Incluso, tiempo después, este track junto con “The queen is dead” formaron parte de un cortometraje dirigido por Derek Jarman, el cual fue titulado de la misma forma que el álbum.
Este tercer y penúltimo material discográfico de The Smiths logró posicionarse en segundo lugar durante 22 semanas en la Lista de Álbumes del Reino Unido y en el número 70 de Billboard 200, llevando a los ingleses a la cima de su carrera, que, sin saberlo, se convertiría en el comienzo del fin, ya que durante estos años fue que se destapó la adicción a la heroína que tenían Andy Rourke y Johnny Marr, situación que posteriormente desató varios problemas dentro de la alineación, culminando en su separación.
Sin duda, el álbum es toda una joya. No por nada hasta la fecha sigue siendo uno de los favoritos de The Smiths y uno de los imprescindibles en la biblioteca de los más grandes melómanos.
