Ted Nugent es un rockero conservador que, tristemente, lleva años sin ser noticia debido a su música. A favor de la portación de armas y cazador activo, apoyó el régimen de Donald Trump; pero cada quien es libre de llevar su vida como quiera, es parte del beneficio de la democracia y es incuestionablemente un derivado de la libertad.
Cierto también es que toda acción tiene una reacción, y así como él es libre de expresarse, otros lo son para opinar cuando están en desacuerdo. Ted ha sido acusado en el pasado de tener relaciones sexuales con menores de edad, aunque nunca ha sido llevado a juicio por ello. En 1990, cuando fue liberado Nelson Mandela, dijo que los sudafricanos negros eran más que seres que usaban huesos en sus narices, caminaban desnudos y se limpiaban el trasero con las manos. Alguna vez, cuando fue invitado a Irak para dar un concierto para las tropas, contó que el problema de Estados Unidos era no haber hecho en Irak lo mismo que en Nagasaki.
Nugent ha calificado al Islam como “religión vudú”, no cree en el cambio climático y fue un crítico voraz de Barak Obama y Hillary Clinton, de quienes llegó a decir que “deberían ser enjuiciados por traición y colgados”. Entre las decenas de insultos y amenazas contra Obama, alguna vez lo llamó “sub humano mestizo y comunista” y luego fue investigado por el servicio secreto tras declarar públicamente que si Obama era reelecto terminaría muerto o en la cárcel, lo cual fue tomado como una amenaza.
Con todo esto detrás del otrora guitarrista de Damn Yankees, no es de extrañarse que el músico fuera anti-Covid-19; es decir, está en contra del uso de cubrebocas pues la pandemia es un mito, y cree que si se llama Covid-19 es porque ya hubo otros 18 virus sin que nadie los tomara en cuenta. Hace pocos días confirmó en un video, en el cual aparece escupiendo varias veces, que está contagiado y que la ha pasado muy mal.
Luego de su declaración, varios músicos importantes de la escena metalera han mostrado su desprecio hacia Nugent y han destacado la situación karmática que vive. Sí, decir lo que pasa por la mente de uno es un derecho, pero creer que se puede hacer sin consecuencias significa que la persona en cuestión carece de educación y sentido común, tal como el tío Ted. Ni hablar, dijo el mudo.
