Este será un fin de semana de Death Metal épico en México. La gira Suffocation y Atheist estará en la CDMX, Monterrey y Guadalajara para poner cerrojazo final a una corrida de fechas que ya pasó por Brasil, Argentina, Chile y Perú. Para la capital mexicana, el recinto destinado es el Circo Volador, el viernes 28, con la participación como banda invitada del cuarteto femenino Introtyl. Monterrey los recibirá en el Café Iguana, el sábado y el cierre en México se llevará a cabo el domingo en el C3, con los jaliscienses Medical Neglicence como invitados.
Suffocation ha dejado su huella en el metal extremo gracias sobre todo a que supieron incorporar un enorme virtuosismo en el contexto de un metal muy extremo y violento, sin que eso afectara en lo más mínimo su brutalidad sonora. El sitio All Music los describió alguna vez como una banda que usa “voces guturales impresionantes que descansan sobre una cama de riffs de guitarra muy pesados, llenos de hiper velocidad, brutalidad sin precedentes y un sofisticado sentido de composición musical que se compone de complejos cambios de tempo y acrobacias en las guitarras líder y de acompañamiento”. Con todo eso en mente, la banda ha grabado ocho discos larga duración, el más reciente de los cuales ha sido “…Of The Dark Light”, editado en 2017 por el sello Nuclear Blast.
Por su parte, Atheist es una banda de Florida que hizo su nombre en la escena Death Metal Técnico, gracias en gran medida al disco de 1991 “Unquestionable Presence”. Con sólo cuatro discos editados, la leyenda de Atheist ha crecido con el tiempo y a pesar de que se han desarticulado por lo menos en dos ocasiones, siempre ha encontrado la manera de volver y mantener vigente su nombre.
Juntos, Suffocation y Atheist proveen de un combo espectacular que ofrece al público una verdadera ventana al subterráneo. Se trata de dos bandas enormes en cuanto a respeto y admiración, legado y trascendencia, pero que a nivel comercial se han debido mantener en donde el metal mejor navega: las aguas del subterráneo. Es literalmente un combo vieja escuela que deberá provocar a cientos de personas el querer rectificar sus vértebras del cuello con el clásico headbanging.
FOTO: S. Bollman.
