Something left, something taken, realizado por Max Porter y Ru Kawahata, es una comedia que parece sacada de alguna anécdota autobiográfica. Los personajes llegan a la ciudad de San Francisco a visitar a una amiga, pero quien los va a recoger al aeropuerto es otra persona, que bien podría ser un asesino serial. Es bastante divertida y absurda, lo mejor es la cantidad de recursos con los que está hecha: stop-motion con monos de peluche, pixilación, dibujo en papel, flash, y seguramente más.
Una especie de parodia a la cantidad de programas dedicados a policías y detectives, ya sabes, La Ley y el orden o CSI, y todo eso, que le encanta a la audiencia televisiva, y que muchas veces es realmente insensata la manera en que resuelven los casos: en el último momento y gracias a alguna pista invisible. Los aficionados a estas series podemos caer en la tentación de sentirnos detectives en algún momento de nuestras vidas. Argumentado a manera de sabelotodo, debido al amplio conocimiento en el tema que manejamos después de ver las nueve temporadas completitas de La ley y el orden.
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