Música

Soha: el sol naciente hecho post-rock

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Ambulante 2024

Para Guy Debord y otros miembros del movimiento situacionista (que se dio en Europa desde finales de los cincuenta y hasta lo setenta) una forma ideal de extraer conocimiento era dejarse llevar sin rumbo fijo por las ciudades; a ello le llamaron Deriva y ellos tenían su centro de operaciones en París, pero sin problema puede aplicar a cualquier otro asentamiento (de preferencia de grandes dimensiones).
En este momento de la Pandemia las cosas no están como para tirar del desplazamiento físico ni por los viajes a lugares ignotos; en cambio hay oportunidad de expandir la navegación en la red y explorar ciertas cosas poco conocidas (en el entendido que contar con más tiempo lo permite). Así fue como llegué hasta una banda a la que hasta después de escucharla me enteré que era japonesa.

La puerta de entrada hacia Soha fue el hecho de que decidieran nombrar a su álbum debut como una de las canciones más clásicas de todos los tiempos; “As times goes by” es el himno del azote amoroso de Rick por Ilsa en la maravillosa película Casablanca; la pareja debe separarse (aparece el marido de ella que se pensaba muerto) y el hombre decide rearmar su vida montando un café-bar en la ciudad norafricana que le da título al filme. La melodía va acompañada de la frase célebre: “Play it again, Sam”, pero la verdadera clave para los amantes es la sentencia: “Siempre nos quedará París” -todo se va conectando situacionistamente-.

En el entendido de que en Tokyo existen todos los géneros conocidos y por conocer (de la cumbia al doom metal) no extraña que Shoma Kawazu (batería), Yuta Nakata (guitarra), Takeshi Natsumeda (bajo) y Masayuki Jintani(guitarra) se hayan decantado por el post-rock y el rock matemático. A partir, claro, de una suficiencia instrumental de calidad notable (no cualquiera puede tocar este tipo de música).

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No deja de ser simbólico que el primer tema se llame “Another story”, que a diferencia de otros grupos de post-rock que prefieren la lentitud y lo lóbrego, aquí la energía es positiva y la acometida musical es a velocidad. Así que pienso que no es casual que me haya topado con estos tokiotas, ya que al mismo tiempo me entero de que Norweigan Woods –luego conocida como Tokyo Blues-, la célebre novela de Haruki Murakami, fue escogida para festejar los 50 años de su editorial en español, Tusquets. Tokyo apareciendo por doquier.

Y es que Murakami también es un apasionado del jazz; tan es así que trabajó en una tienda de discos para luego abrir el bar de jazz Peter Cat, que funcionó entre 1974 y 1982. Quizá los integrantes de Soha apenas iban naciendo o no lo hacían aún. El caso es que suenan “Pass Over” y “A walk” y entre esas florituras de guitarra -que destacan el disco- y todo el desarrollo instrumental saltan chispazos de jazz en las estructuras a las que recurre el grupo formado en 2015.

A fin de cuentas, los Soha quieren reflejar el paso del tiempo con relación a las estaciones y es por ello que llegaron hasta aquello de As time goes by; aquí no están presentes los fantasmas de Humphrey Bogart e Ingrid Bergman; hay un énfasis acerca de que existe un mundo real que está esperando por el regreso de las personas. El grupo sintió el encierro pese a que en Japón la cantidad de afectados fue mucho menor que en otras latitudes; de cualquier manera, ellos echaban de menos los espacios abiertos y la naturaleza (aunque se está dando un fuerte rebrote del Covid-19 por allá).

Pero si esa parte de post-rock luminoso destacó a Soha, la verdadera sorpresa viene con la cuarta pieza; en “Chitose” aparece la voz de 4ho, vocalista del grupo Anyo. Las voces en el disco (también participa la cantante de Bamboo) agregan cierto dulzor al sonido y hacen más asequibles las canciones, que eso sí, pierden algo de complejidad. Al final, entregan 6 instrumentales y 5 temas con voz. Ese giro es el que les permite conectar con más gente.

Ya hace tiempo escribí acerca de una banda de post-rock procedente de San Petesburgo, Rusia; Pinkshinyultrablast se han labrado un sitio dentro de esta escena guitarrera y experimental. Celebro ahora que la Deriva que provoca este mundo acuartelado me haya llevado hasta Japón para escuchar como una banda transforma la majestuosidad de su inmenso sol naciente y la convierte en música vibrante.

Juan Carlos Hidalgo

Juan Carlos Hidalgo

Embajador de Tuzolandia por el mundo. Su novela más reciente es 'Ya no más canciones de amor' (Ed. Gato Blanco). En Marvin, coordina las colecciones 'Rock para leer' y 'Tinta sonora'. Forma parte de la Red de Periodistas Musicales de Iberoamérica (REDPEM). Su libro más reciente se titula 'Una ópera egipcia', poemario a partir de un álbum de Los Planetas.

Auditorio BB