“Ahora soy una marca y mi música es marketing/ Quiero vender hasta donde nadie compra/ Al final esto no es arte, mami, it’s brandin”… vaya precisión la de la argentina Sara Hebe en “Almacen de datos”, el tercer sencillo del álbum Sucia Estrella.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
“Cada vez más cosas para hacer, no me gusta/ Merchandising para tener más escuchas/ Si no estoy en la playlist, no existo/ ¿Quién está de DJ y por qué no me pincha?”. Celebro haber encontrado tardíamente -pero los tiempos que corren- una canción que describe perfectamente el fastidio al que llegan muchas artistas por las condiciones que impone el mercado.
“La industria musical, no, no, no me quiere/ Vevo, Spoti, Dezeer, Apple/ Me quemo las pestañas admirando al mainstream/ Pero no tengo contrato, siempre independiente/ Inteligencia artificial, tráfico de información/ Romper el algoritmo y que se escuche esta canción”. Toda una catarsis que muchos compartimos y que reivindica a Sara Hebe como compositora, dado que ya conocemos la gran combatividad de la chilena Ana Tijoux.
“Después lloran, que la lógica del mercado/ Y que ahora nadie me da bola/ Es joda, que no pasamos de moda/ Porque nunca fuimo’ una moda”. Resulta refrescante hallar un desfogue como el que proporciona “Almacén de datos”, que no se guarda nada y con toda razón.
Una canción sin desperdició, hip-hop inteligente y bien pensado; Sara Hebe y Ana Tijoux han dado en el blanco: “Palabras clave: rápido, fácil/ Nuevo lanzamiento exclusivo/ Si no estoy con los números, no llego/ A ser mi propia jefa, mi propio CEO”.
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