Entrevistas

Roberto Garza y sus Crónicas del rocanrol -una conversación-

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Roberto Garza y sus Crónicas del rocanrol -una conversación-
Ambulante 2024

Boxeador amateur metido a las peleas clandestinas, conductor de un programa en Rock 101 sobre cine y música, apasionado de las experiencias extremas, así es Roberto Garza, quien además vuelca todo ello en textos en los que encontramos las enseñanzas de Hunter S. Thompson y Martín Caparrós.

Prepara su primer libro y proyecto editorial, mientras llega a la edad que supone el punto de quiebre de la vida adulta. Su impulso creativo no se detiene y supone un gran detonante para una conversación entre viajes, riffs y la experiencia vital llevada al límite.

TXT:: Juan Carlos Hidalgo

En mi novela Ya no más canciones de amor, el protagonista -músico- hace un corte de caja precisamente alrededor de los cincuenta (y con la enfermedad terminal de su padre de por medio). Precisamente, con esos años a cuestas haces esta compilación de tu trabajo. ¿buscas comunicarte con la gente de tu edad o tender puentes con otras generaciones? ¿Desde que perspectiva haces este balance?

En este caso, la edad no fue un factor determinante. La idea o el impulso de hacer el libro nació tras la publicación en La Jornada de mi Crónica de una madriza clandestina. Un editor me buscó al día siguiente que salió y me propuso hacer un libro sobre crónicas de peleas clandestinas en la ciudad, mismo que estoy trabajando actualmente.

El caso es que, al ordenar mis textos para el libro que me encargaron, se me apareció un cuerpo bastante sólido de crónicas muy personales que he publicado a lo largo de 20 años en diversos suplementos culturales. Fue así que puse manos en la obra. Dos meses después terminé de armar el original electrónico de Crónicas del rocanrol, una compilación de 22 relatos sobre experiencias de vida que me han marcado profundamente.

Cronicas del rock

Durante la lectura cuentas que un tiempo practicaste el buceo, pero tu deporte favorito es el boxeo; a la hora de compararlos con la música, con el rock, ¿a cuál de los dos se parecería más y por qué?

Interesante pregunta. El buceo es muy introspectivo y el rock no le viene bien; le funcionan atmósferas sonoras tipo Brian Eno y cosas así. El box, en cambio, sí es muy rocker. Cuando entreno me gusta escuchar krautrock, por ejemplo. Los desplazamientos y movimientos corporales del boxeo empatan muy bien con los ritmos acelerados y repetitivos del kraut. El boxeo es un deporte de combate y el rock es combativo por naturaleza.

Sigues trabajando en Rock 101, pero la era original de la estación nos provocó gran fascinación, así como un sitio como el Rock Stock. ¿Qué propiedades le atribuyes al concepto que abanderaban y que no tiene muchos comparativos en la historia nacional?

Durante la segunda mitad de los 80’s y principios de los 90’s, Rock 101 fue un símbolo de identidad en el imaginario de la juventud chilanga. Yo fui parte de una tribu urbana que se identificaba con el concepto y que se reunía de jueves a sábado en el legendario Rock Stock. La conexión entre la estación y su audiencia era muy pero muy fuerte y se materializaba los fines de semana en el Stock.

 

Los periodistas Gonzo se sumergen en los temas que les interesan; tú te clavaste a fondo en la eutanasia. Además, de plasmar los aspectos legales y médicos, ¿te interesaba especular con la muerte, ese paradigma existencial?

En el año 2000, unos meses antes de hacer ese reportaje, estuve al borde de la muerte. Me atacó una severa pancreatítis que por poco me mata. Eso me llevó a reflexionar sobre qué haría en caso de tener un cáncer terminal de páncreas. Así fue que me hice pasar por un enfermo a punto de entrar a una etapa terminal que solicita la eutanasia a diversos médicos. El personaje finalmente comprende que su única alternativa es el suicidio asistido y en la clandestinidad.

Roberto Garza

Es muy interesante que planteas al rock como uno de tus grandes móviles en la vida, pero lo haces separándolo de la música, porque lo consideras una forma de vida que conecta con experiencias más bien extremas. ¿Cómo es que ese mundo rocanrolero se adapta a alguien que llega los cincuenta?

El rocanrol es una forma de vida. De joven fui rebelde y contestatario. Con el paso de los años le bajé a la fiesta y al desmadre y, tras el nacimiento de mis hijos, opté por un estilo de vida mucho mas sano. En cuanto al rock –y la música en general–, sigue siendo la banda sonora de mis días. Nada me puede tanto como la música.

¿A nuestra edad consideras que todavía es viable y posible emocionarse durante un concierto casi hasta el paroxismo? Como se alude en tu texto sobre Painkiller.

Voy a cumplir 50 años y me sigo emocionando hasta las lágrimas cuando veo una buena película. Hay canciones que me siguen poniendo la piel chinita y otras que me sacan lágrimas. Claro que es válido emocionarse y sentir al máximo, independientemente de tu edad. Ojalá lo hiciera mucho más seguido.

En el libro aparecen sitios como el bar El tubo en Puerto Escondido, mencioné antes al Rock Stock -como una experiencia genial-, que ya no existen; y el Festival Coachella tampoco es lo que antes era. ¿Cómo es que concibes tu libro en función de la memoria y la desaparición progresiva de tantas cosas? ¿Cómo es que sorteas el asunto de la nostalgia?

Mis recuerdos están llenos de nostalgia. El viaje que hice con mis amigos en una Hormiga por el sureste mexicano, hoy es casi inimaginable para unos chavos de 19 años. Tulum jamás volverá a ser lo que fue a principios de los 90’s. Dudo que algún día exista otro antro como el Rock Stock. Ahora que lo pienso, la nostalgia me acompañó en todo el proceso de realización de este libro.

¿Cuál es tu postura ante el estado que guarda el cine? ¿qué piensas de qué ya no se filme como tal? ¿Crees que sobrevivan los cines?

El cine no morirá. Los soportes y formatos cambian pero el lenguaje es el mismo. El cine digital llegó (desde hace 25 años más o menos) para quedarse. Ahora las películas se estrenan en paralelo en salas y en plataformas en línea. A unos nos sigue gustando vivir la “experiencia cinematográfica” en las salas de cine, pero cada vez son más los que prefieren ver las películas en la comodidad de su casa. Los exhibidores han abusado y ahora tendrán que hacer ajustes importantes si quieren sobrevivir.

¿Con qué editorial va a salir el libro? ¿Será en edición física e ebook? ¿cuál será su tiraje? Etc. Cuéntame la parte editorial del asunto, dado que te encargaste casi de todo.

La editorial es INTERZONA Libros, una micro empresa propia que armamos para la publicación de Crónicas del rocanrol. Soy editor, así que yo mismo me encargué de todo el proceso editorial, desde la escritura y la corrección hasta el diseño gráfico y editorial de la obra. Crónicas del rocanrol es un proyecto 100 por ciento DIY.

https://open.spotify.com/episode/4aPve07ZPGiCnIb16kHY5E?fbclid=IwAR0dR1Z-yaz6eiqVs8Lk21vZWrprO24lvdrrs_VEvSjkU9E4AgJJMQ7ZFpM

El tiraje inicial será de mil ejemplares, los cuales se comenzarán a distribuir a partir de diciembre de este año. La versión digital del libro está disponible para quien la solicite vía correo electrónico a robgarzaitu@gmail.com

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Juan Carlos Hidalgo

Juan Carlos Hidalgo

Embajador de Tuzolandia por el mundo. Su novela más reciente es 'Ya no más canciones de amor' (Ed. Gato Blanco). En Marvin, coordina las colecciones 'Rock para leer' y 'Tinta sonora'. Forma parte de la Red de Periodistas Musicales de Iberoamérica (REDPEM). Su libro más reciente se titula 'Una ópera egipcia', poemario a partir de un álbum de Los Planetas.

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