POR ARTURO J. FLORES
El 25 de agosto Queens of the Stone lanzará “Villains”, su séptimo disco de estudio. Josh Homme, Dean Fertita, Michael Shuman, Troy Van Leeuwen y Jon Theodore se pusieron bajo las órdenes del productor Mark Ronson, de experiencia más bien popera a quien Homme conoció cuando grabó guitarras para el disco “Joanne”, de Lady Gaga, en el que Ronson fue colaborador.
Semanas antes del lanzamiento, el grupo lanzó un video cómico en el que Josh se sometió a una prueba del Polígrafo por el cineasta Liam Lynch (director de la película Tenacious D: Pick of destiny) y precisamente ahí fue donde Michael descubrió que no es el “favorito” de Josh Homme. Para lo que sí resultó seleccionado fue para que habláramos con él por teléfono.
¿Cómo transcurrió este proceso de composición y grabación de “Villains”?
Tratamos de no repetirnos. Nada de lo que hubiéramos hecho. Se trataba, sin embargo, de sonar orgánicos, de capturar dentro de lo posible la esencia de este grupo cuando volvimos a tocar juntos. Porque como sabes, estuvimos involucrados en otros proyectos y Josh se fue de gira con Iggy Pop. Entonces, cuando volvimos a ensayar, la magia fluyó de inmediato, la comunicación. Había alguna cosas escritas pero teníamos que darles forma. Fuimos al estudio, y aunque no estábamos seguro de lo que pasaría, teníamos muchas ganas de trabajar.
En “…Like a clockwork” tocaste varios instrumentos, guitarra de doce cuerdas, el bajo y un melotrón, ¿cuál fue tu papel en esta ocasión?
¡También canté un poco! Para este disco, no fue tanto. Se trataba más de que los cinco nos encerráramos en una habitación para que pudiéramos capturar el sonido del grupo, cada uno concentrado en su instrumento. En lo tradicional.
Además de la parte pesada, de la distorsión, las nuevas canciones –menciono el caso de “The way you used to”–mantienen una intención melódica muy fuerte, ¿es uno de los objetivos crear canciones que permanezcan en la memoria de las personas?
¡Para mí, eso lo representa todo! Si piensas en los grandes clásicos del rock, se trata de eso. Grandes canciones. La producción es importante, el desempeño de la banda en el escenario también, pero todo se reduce a la composición, a lo que eres capaz de hacer en unos pocos minutos. The Beatles es un ejemplo de ello.
¿Y qué hay de los riffs de guitarra? Buena parte de la carrera de QOTSA se debe a los efectivos riffs de guitarra.
Somos una banda de guitarra, eso no va a cambiar. Todo empieza con un riff de guitarra. Somos unos apasionados de ese sonido. Pero en este disco, la parte melódica recae en los teclados, eso hace que las canciones se suavicen sin perder del todo su personalidad, su carácter.
Hay quienes apuntan que la muerte de la guitarra eléctrica es inminente, ¿crees que aún existe un público amplio que quiera escucharlas?
De una forma u otra estamos siendo testigos. Sólo falta asomarnos a los carteles de los principales festivales alrededor del mundo para darnos cuenta que no hay bandas encabezándolos. Lo que más escuchamos es pop, hip hop y dance. ¿Qué no me entusiasma esta realidad? Pues la verdad no, yo quisiera saber que hay más bandas en las letras grandes. Pero seamos realistas, tampoco creo que el rock vaya a desaparecer totalmente. La pasión que mueve a alguien a tocar un instrumento y formar una banda estará ahí por mucho tiempo. Muchos colegas de bandas de rock están lanzando discos geniales este año, así que, quién sabe, tal vez podamos asistir a una especie de resurgimiento de ese sonido.
Es curioso que lo menciones, precisamente porque “Villains” fue producido por un DJ, Mark Ronson, que trabajó con artistas pop como Adele o Christina Aguilera, ¿por qué lo eligieron?
Precisamente por eso, porque tiene unos ojos y una mente externa, capaz de mirar todo desde una perspectiva distinta. Él aportó opiniones que nosotros no hubiéramos podido. ¿Por qué querría trabajar con alguien igual a mí y con mis mismos gustos? ¡Qué aburrido! Mark es externo, pero al mismo tiempo es alguien que viene del rock, corre por su sangre, pero al mismo tiempo es fan de Queens of the Stone Age. No estoy seguro si un productor más “rockero” hubiera sido tan generoso como él, si nos hubiera entendido como lo hizo. Al final, si es rock, pop o jazz, me importa un carajo. Se trata de arte y punto.
Recuerdo haber leído algo acerca de que a Josh Homme le preocupa que QOTSA pueda convertirse en una parodia de sí mismos, ¿ese temor es alimentado por la presión de que cada vez más gente los conoce y corea sus canciones? ¿Existe la tentación de caer en la zona de confort y volver a grabar el mismo disco de siempre?
Todo el tiempo. De hecho, de eso se trata esta carrera, de correr riesgos. Navegar en aguas desconocidas. Hay fans que quisieran que siempre tocáramos la misma canción y que me disculpen, pero no voy a hacerlo. Y existen las fórmulas, claro. Hay discos maravillosos que me gustan mucho, hechos por personas que encontraron la manera de vender millones de discos y lo hicieron siempre. Pero también está David Bowie, que nunca en la vida hizo un disco parecido a otro y fue todo un éxito. Nosotros preferimos arriesgarnos, insisto.
Josh dijo que una de las canciones que sirvieron como referencia para escoger a Mark como productor fue “Uptown funk”, en la que participa Bruno Mars. El comentario pudiera no haber sido tan bien recibido entre los seguidores más ortodoxos del rock.
Creo que aquellos que sólo escuchan rock son sumamente aburridos; no tengo idea de cómo sea su vida cotidiana, pero yo me volvería loco. Es como el cine, yo disfruto lo mismo de un drama, de una película de acción o de una comedia. ¡Todo me divierte! Me pasa lo mismo con la música. En la medida que te cierras a un estilo, tu mente se vuelve más estrecha. Ninguno en el grupo somos así.
De hecho, “Villains” me parece un disco muy bailable y se volvió noticia la forma en cómo Josh se contonea en el video de “The way you used to”.
Hicimos un disco que se sale de lo que solíamos mostrarle a la gente, todo partió de una canción que Josh tenía desde hace unos años en un demo. Cuando la escuchamos, nos pareció que había una especie de “mood” que podía influir lo demás. No sé si sea bailable, no es hip hop eso estoy seguro, y si la gente lo percibe como bailable, qué bueno. Me gusta que bailan, no quiero que se queden sentados. Cada quien que la baile como quiera, incluso Josh (risas).
