Música

Paradise Lost reniega del trinar de las aves con “As I die”

/
241,812
paradise-lost-at-the-mill-as-i-die-greg-mackintosh
Ambulante 2024

En 2004, en Wacken, tuve la oportunidad de estar en una mesa con Patrick Ramseier, creador de Old School Metal Records, y Michael S. Berberian, quien para entonces ya había fundado Season of Mist. Veníamos de ver a Mayhem y Maniac, el cantante, se cortó al mano con un cuchillo de utilería de manera tal que no pudo terminar el show. Se desmayó en el backstage y la banda acabó la presentación sin cantante. En la charla, Patrick decía que eso que vimos fue realmente enfermo. Berberian le contesto así: “la gente enferma también tiene derecho a divertirse, además ahí donde tú ves algo irritante, otros ven arte”.

TXT:: Luis Jasso

En ese sentido, si bien Paradise Lost, que es la banda a la cual está dedicada este texto, no tiene nada que ver con el black metal, sí es considerada pionera del doom-death. Su arte es a veces depresivo, mórbido, decadente y explorador de algunos rincones oscuros que existen en el ser humano; ahí donde la religión estorba en el sentido existencialista. Hablamos, en todo caso, de lo que una abuelita o un conservador vería como “enfermo”. Por eso el primer párrafo del boletín de prensa para anunciar la salida a la venta de At the mill, y el apoyo visual de ese disco con el video-sencillo “As I die”, es maravilloso: “¿Ya estás cansado del sol, los pajaritos cantando y la gente sonriendo a tu alrededor? Bien”. Ya luego viene el desmenuce de la noticia del disco.

Como se explicó, Paradise Lost fue una de las bandas pioneras del doom-death y para su tercer disco giró la tuerca para convertirse en pionera del goth metal. “As I die” (Shades Of God, 1992, Music For Nations) cae en esa categoría, y por eso no sorprende cuando la letra dice cosas como: “las sombras hechizan la noche y queman mi disfraz. Mientras me muero. Cosechando a través de la verdad te das cuenta de que la vida se vuelve una falsedad”.

El video fue grabado en una presentación en vivo en formato pandemia, sin público. El resultado, sin embargo, es sobresaliente porque si bien falta la interacción con la gente, la música se conoce y la categoría de Paradise Lost es sobradamente reconocida. Probablemente esa sensación de vacío, de tocar con toda la parafernalia de un concierto para una audiencia invisible, quede bien en una banda como ésta. 

At the mill está disponible en CD, BluRay y vinil de diversos colores (las ediciones limitadas ya casi se agotaron). Sobre “As I die“, el guitarrista y compositor Greg Mackintosh dijo lo siguiente: “Es una canción que tiene casi 30 años de edad cuya popularidad, entre fans viejos y nuevos, todavía nos sorprende. Marcó un giro de tuerca en nuestra carrera”. La belleza de sus notas melancólicas sirve de compañía, te hace sentir que no estás solo y que es válido sumergirse en aguas oscuras; porque somos humanos, tenemos derecho a que de vez en cuando nos harte el trinar de los pajaritos veraniegos.

Auditorio BB