¿Para qué sirve la música? Un artista de larga trayectoria y gran reputación todavía se puede repetir la pregunta, aún cuando sabe de sobra que la respuesta es multifactorial. Pero en el caso del multi-premiado compositor Ólafur Arnalds (de apenas 35 años) lo que lo ha movido en sus últimas dos producciones es, sencillamente, la búsqueda de la paz -personal y colectiva-.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Este islandés ha hecho carrera agregando pespuntes electrónicos a la música clásica actual y ha sobresalido tocando el piano, además de crear, arreglar y dirigir orquestas. Ólafur Arnalds hizo una primera Sunrise Session en 2020 y una vez más sorprendió por la finura de su arte, pero el asunto no quedó ahí.
Este año editó un segundo disco que fue grabado durante el día más corto del año en 2021 en Reikiavik -precisamente durante el solsticio de invierno- en compañía de 13 ejecutantes que conforman la Reykjavík Recording Orchestra y con los que hace “Saman” y “Loom”.
Sunrise Session II (Universal Music) también es un homenaje a la luz, un elemento que se aprecia todavía más cuando escasea, y los islandeses lo saben bien. Para agregar otro elemento de interés, Ólafur Arnalds invitó a la artista alemana Josin, para que agregará una suave y etérea parte vocal y así enfatizar más la belleza de la presentación registrada en el Harpa Concert Hall de la capital islandesa.
Apenas poco más de 10 minutos de música que se hacen inmensos y maravillosos dada la solvencia de los ejecutantes y la concentración de un músico que pone todo de sí para que tengamos un poco de paz de interior -al menos lo que dura esta exquisita sesión-.
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