Nada se compara a la experiencia de la música en vivo, nada. Así que en las actuales condiciones no queda sino tirar de la memoria para remontarnos a esos momentos donde nos fundíamos con la intensidad de un artista emanando desde el escenario.
Esto parece ser una evocación colectiva porque esta semana comencé a ver un desfile de publicaciones al respecto de discos en vivo. Pensé que podría tratarse de algún día especial dedicado a ello o algo parecido, pero simplemente se trató del arranque de un colectivo de coleccionistas de discos. Revisaba sus evocaciones cuando me topé con el lanzamiento de un álbum en vivo de una banda que representa el más puro espíritu del indie chileno: Niños del cerro.
Me tocó ver su poderosa magia en un pequeño bar tapatío durante FIMPRO, antes coincidimos en el transporte que nos llevó del aeropuerto al hotel; los chicos venían hechos polvo, pero cargarían pila para ofrecer uno más de sus volcánicos shows. En su música ebullen fragmentos de post-rock, chispazos pop, pasajes de math-rock y momentos en que se muestran casi como unos Animal Collective andinos. Su discurso no se complica y las letras tiran de un lenguaje sencillo y frases cortas. Todo ello se concentra en “Flores, labios, dedos”, una de las mejores canciones chilenas de los últimos años.
Conservando ese desparpajo que los caracteriza han decidido editar No Va a Pasar el Tiempo en Vano, el concierto con el que presentaron Lance -su segundo álbum- en el teatro Matucana 100 de la capital de Chile, el 7 de diciembre del 2018. Aquí no existe la grandilocuencia del rock de estadio, todo lo contrario; imperó un ánimo under muy conmovedor, como el momento en que anuncian que han encontrado una cartera extraviada y leen el nombre de la propietaria para que la pase a buscar.
Desde su aparición, Lance hizo las veces de un manual sentimental para una generación y aquel día se tocó completo -comenzando por “Sufre”- y se acompañaron de algunos temas procedentes de Nonato Coo, su brillante debut.
El concierto de Niños del Cerro se colocó en las diferentes plataformas, pero también se ofrece para descarga gratuita (en youtube aparece el link), lo que sin duda reafirma la postura de la banda conformada por Simón Campusano, Pepe Mazurette, Ignacio Castillo, Felipe Villarubia y Diego Antimán, quienes explicaron sus intenciones a los medios locales: “Si bien nuestra ejecución no es la más limpia o prolija (y nunca lo ha sido), tiene una energía que nos gusta mucho, y por lo mismo hoy queremos regalarlo a quien le pueda interesar, considerando el contexto que estamos viviendo. Extrañamos muchísimo tocar en vivo y no sabemos cuándo podremos volver a tener un show así de intenso”.
Arropados por ese admirable sello discográfico que es Quemasucabeza, en esta versión conformada por 12 de los 18 temas que tocaron en su momento podemos regodearnos con la espontaneidad de “El sueño pesa” en compañía de Chini.png y “Las distancias”, con la voz invitada de Martina Lluvias, entre otras.
Niños del cerro son rostros todavía muy jóvenes en medio de una dorada generación chilena. Siempre buscan maximizar la energía y las emociones. No Va a Pasar el Tiempo en Vano se disfruta por ello, además de ser honesto y fragoroso. Una se imagina sudando y saltando alrededor de jóvenes convencidos de que la música es lo mejor de sus vidas.