999 es el debut de Nevver, un trío procedente de Getafe, en las cercanías de Madrid, y se trata de un esfuerzo interesante pues tienen bases electrónicas que nos recuerdan a Depeche Mode y New Order en las que hacen encajar fraseos de trap y un halo de discreta oscuridad.
Javier Aparicio (voz), Borja Aranda (teclados y guitarras) y Raúl Serrano (bajo) suelen citar a Joy Division en las entrevistas, pero tampoco es difícil hallar vestigios en ellos de lo que hacía C. Tangana cuando pertenecía al colectivo Agorazein.
Al final lo que hay en 999 es pop electrónico vertido en 10 canciones que cuentan con diferentes grados de acierto; desde una estupenda “Amaneciendo y anocheciendo”, que tiene una versión extended fuera del disco que es de lo mejor que ha hecho a momentos menos afortunados como ocurre en “Atrapando olores en el aire”.
999 es un disco muy de hoy… historias de amor, salidas nocturnas y unas ganas de contarlo todo con total sinceridad; además de que titulan a las canciones a partir de poemas de Félix Francisco Casanova, quien muriera en 1976, cuando tenía apenas 19 años.
La temática se centra en el daño que se hacen los amantes durante una relación y se plasma en temas como “Tu boca mordiéndome el labio”, que también se cuela con facilidad. Ese cruce entre pop electrónico algo sombrío y la queja propia del trap tiene su atractivo.
No se piense que 999 es perfecto -tiene sus traspiés-, pero es una combinación que por lo rara genera atracción; “Tiernos maullidos eléctricos” nos lleva a la indietrónica de The Postal Service y se dan tiempo de desear un encuentro con Lola Flores en otra dimensión en “Espero que nos crucemos al doblar una vida”.
Nevver se muestran como unos darketos soltando sintes al estilo de Martin L. Gore, mientras suenan sus lamentos trap; por extraño que parezca, todo cobra coherencia en piezas como “Hacemos el amor con la ropa puesta”.
Este es el momento para que emergiera algo como esto… no hay mañana.
También te puede interesar: ‘Life is yours’: La caída en picada de Foals
