Adam Darski, conocido en el mundo del metal como Nergal, es el cantante, letrista, principal compositor e incluso manager de la influyente banda de black metal Behemoth; una especie de blanco constante de la iglesia católica polaca (sí, iglesia católica debería ir escrito en mayúsculas, pero en favor del tipo de texto, quien esto apunta se brinca la regla).
TXT::Luis Jasso
El más reciente desencuentro entre dicha institución religiosa y el artista tiene que ver con una foto en la que el pie de Nergal está sobre una imagen tirada en el piso de la Virgen María. Obviamente, hubo quien consideró esto ofensivo. Ese era el punto, de entrada; sin embargo las cosas pasaron de la anécdota al delirio religioso, pues hay una ley que sanciona a quienes ofenden los sentimientos de otras personas.
Nergal subió dicha imagen en septiembre de 2019 con la idea de la libertad de expresión en mente, pero grupos ultraconservadores (Ordo Iuris y Sociedad Patriótica) notificaron a las autoridades que el post del músico había ofendido los sentimientos religiosos de cuatro personas; entre ellos un político de la ciudad natal de Nergal, Gdynia.
La ofensa se resolvería con el pago de una multa de alrededor de 80 mil pesos más otros 20 mil relativos a gastos de la corte, pero Nergal no cedió y se fue a juicio. Así, lo que está en juego una vez más es la maltrecha libertad de expresión, porque si bien los cuatro ofendidos tienen derecho a quejarse, el que las cosas en Polonia lleguen tan lejos es cosa que ha levantado banderas de alerta en Human Rights Watch y Amnistía Internacional.
Esto no significa que ambas organizaciones estén pendientes de Nergal, pero sí de la situación legal en torno a leyes de ofensa religiosa. Por lo pronto, el perfil público del músico y la creciente preocupación global por la coartación de la libertad de expresión hacen del caso uno con mayor impacto. Desde esta humilde columna se apoya a Nergal y a cualquier artista que exprese sus sentimientos antirreligiosos porque si callan a uno, eventualmente nos callarán a todos, y la religión terminará por ser obligatoria, lo cual sería algo cercano al fin del mundo.
