¿Recuerdas el mundo antes de la invasión masiva de Apple? Bueno, la mayoría del planeta descubrió la magia de las computadoras e internet por medio de esas enormes máquinas de escritorio y, principalmente Windows.
Todo niño o adolescente que tuvo sus primeros acercamientos a este sistema operativo encontró en Paint el mayor de los entretenimientos: un austero software que permitía darle rienda suelta a la creatividad mediante unas sencillas herramientas.
En este relato entra Miranda Lorikeet, una joven australiana que trabaja como asistente de recursos humanos en una empresa, sin duda, esto no suena emocionante, sin embargo, ella posee una creatividad que explota después de salir de la oficina.
Miranda crea impresionantes escenarios llenos de color y vida en Windows Paint. Su talento (herencia de una madre poseedora de una hermosa caligrafía y un padre fotógrafo) explora el drama, la sensualidad, la introspección y la melancolía, que se transforman en formas y sombras que captan la atención fácilmente.
Para crear estos mundos, Miranda toma como referencia una fotografía, después traslada cada línea al infinito lienzo de Paint, rellena con cuidado todos los espacios y, finalmente, agrega detalles pixel por pixel hasta obtener una obra sencilla y a la vez abstracta.
¿Qué pasará con Miranda ahora que Windows eliminó Paint?
Conoce su trabajo a continuación: