Cuando era pequeño solía escuchar muy poca música debido a que el tocadiscos de su casa familiar no servía. Sin embargo, la vida de Michael Kiwanuka cambiaría radicalmente una vez que su madre le obsequió una guitarra al tiempo que el entonces adolescente escuchaba a Nirvana. Pronto, la llegada de dos discos a su vida le pondrían en la órbita artística sin remedio: The freewheelin (Bob Dylan) y Sitting in the dock of the bay (Otis Redding).
Desde entonces ha corrido bastante agua por el cause musical de Michael. Hoy día guarda en casa un Mercury Prize, por decir algo, mientras en su cabeza las canciones continúan rondando sin concesión. “Floating parade” es el título del más reciente sencillo del británico, un tema ensoñador, de groove pastoso, barnizado por la voz sosegada de Kiwanuka, la cual busca consuelo entre teclas dulces, cuerdas ondulantes y un bajazo reptante. Tras casi cuatro minutos de gozo, la llegada del fade out se torna infame.
“Floating parade” es el primer lanzamiento musical que el músico pone en nuestros oídos desde “Beautiful life”, hace ya tres años (el tema forma parte del documental Convergence: Courage in a crisis, de Orlando Von Einsiedel), y fue estrenado en directo recientemente, en el Pyramid Stage de Glastonbury; una de las muchas citas que el artista ha tenido últimamente, pues ha pasado el verano presentándose en diversos festivales, tanto en el Reino Unido como en Europa.
Importante subrayar que “Floating parade” carece de falla pues, además del talento de Kiwanuka, tiene de su lado la pericia en las perillas de Danger Mouse e Inflo. El tema de marras seguramente sonará muchas más veces en vivo debido a que su autor está por arrancar gira por Estados Unidos, al lado de Brittany Howard. México no figura en la agenda de Michael al momento, así que no nos queda más que escuchar esto, y soñar:
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