Con pocos años en la escena nacional, Mengers dejó de ser una promesa para convertirse en un referente de la escena garage mexicana; pero también en una agrupación con lo todo necesario para encabezar carteles con su sonido garage, punk, stoner y psicodélico; géneros que han forjado el sonido de la banda, pilares de su esencia desde su formación, a finales de 2016.
TXT:: Sergio Benítez
En 2020 Mengers comenzó a trabajar en Golly, su segundo larga duración y del que hasta ahora se han desprendido tres sencillos. El primer adelanto fue “Tiempos suicidas”, corte que desde los primeros segundos ya deja ver poderío musical; los siguientes sencillos fueron “Pantitlán” y “Santa Fé”, una dicotomía con respecto al significado sociocultural de las zonas oriente y poniente de la capital mexicana.
El título del disco hace referencia a una adaptación de Game of life, un simulador computacional que, algunos creen, imita el funcionamiento de la vida en la Tierra, de modo similar a lo que sucede en la naturaleza gracias a una sencilla mecánica algorítmica. De esta manera, Mengers reflexionan sobre la frustración en nuestro tiempo, como si éste fuera producto de una simulación. ¡Muerte a la simulación!, escriben en sus redes sociales.
La lírica de la banda se mantiene alejada de lo digeribles que suelen ser las canciones garage. “Nos gustan las bandas del género, pero también escuchamos mucho a artistas como Bob Dylan o Leonard Cohen”; asegura el guitarrista Carlos Calderón. He ahí la respuesta a lo nada facilonas que son sus letras. De hecho, cada canción en su nuevo álbum toca un aspecto diferente: la angustia de vivir en los tiempos modernos, pesimismo, luz, oscuridad.
Voz apasionada, melodías pegajosas, líneas de bajo imitando un sintetizador; eso es con lo que Mengers alimentó a Golly. Un álbum que explota en cada track, alejándose de I (2016). Aunque para Calderón hay una canción que vincula ambos álbumes: “Estrés”; “Por eso la pusimos al principio, es un puente entre lo que hicimos en el disco anterior y nuestro nuevo álbum”, señala el baterista de la banda.
El grupo no fue ajeno a las vicisitudes propias de la pandemia mundial. Tuvieron que modificar el trabajo en estudio y retrasaron el lanzamiento de Golly, que estaba listo desde la primera mitad de 2020. Carlos explica que la disquera les propuso lanzarlo hasta este año porque se trata de un álbum que debía mostrarse tocando en vivo. Por su lado, Pablo recuerda las complicaciones por las que pasaron al momento de entrar al estudio. Luego de grabar las voces en casa, las compartieron con Hugo Quezada, productor de álbum, pero le llegaron algo desfasadas.“Cuando Hugo nos las envió de vuelta, comentó que le encantó como quedó”; comenta el encargado de la batería. Mauricio Suárez, quien está detrás del bajo, considera que este “error” resultó favorable, por quedó plasmado efectivamente en el disco.
La elección de Quezada para la producción del álbum no fue una decisión difícil para la banda. Pablo refiere que habían escuchado su trabajo realizado para otras bandas y les agradó. Golly fue grabado en Progreso Nacional, estudio del productor mexicano ex integrante de Robota. La idea de la agrupación fue desde el principio plasmar en Golly (disponible en vinil, casete y formato digital) la intensidad que su música requería.
Más allá de predicar o perderse en metáforas vagas, Mengers ha creado un trabajo que dice la verdad de la manera más directa posible. Sin ser una meta a lograr, pero sí un reto por cumplir, Carlos explica hacía dónde se dirige la banda en los terrenos de la escena local: “Queremos que haya otras opciones además de las bandas que han estado ahí desde hace muchos años”.
¡ATENCIÓN!
¿Quieres una flamante copia de Golly en vinil? Fácil, mándanos un correo con tus datos a contacto@marvin.com.mx y demuéstranos que sigues a @mengersmx y @devilinthewoodsmx en Instagram. Responde:
- En la MVN 185, ¿quién escribe el texto titulado “Películas pandémicas”.
Se regalarán dos copias de hermoso vinilo a los primeros en contestar correctamente la pregunta. Los concursantes deberán vivir en CDMX.
