Marvin devient français en su edición 193, un ejemplar totalmente dedicado a Francia donde abordamos la obra de un puñado de creadores que, como dijera Virginie Despentes, lucen plenos “de actitud, de valentía, de insumisión”. Con Melody´s Echo Chamber y Myd desde la portada, hojeamos este número invitándote a visitar MVNShop para ahí hacerte de un ejemplar de colección, tanto de manera física como virtual; porque sí, ¡Marvin también se lee en papel! ¡Y cumple 21 años de existencia!
Abrimos con Slift, un trío proveniente de Toulouse que, tal como la Experience de Hendrix y la Cream de Clapton enseñaron, pone en órbita a quien se deje con un temario que “posee algo de la escuela urgente de Osees, un poco de la llama experimental de Alice Coltrane, y que cierto grado de la resistencia maratónica de King Crimson y mucho kraut, noise y garage carga sobre su espalda”. Aquí una muestra, desde el laboratorio CEMES, justo en Toulouse; una esfera de aluminio denominada “La boule”, un viejo microscopio de partículas que en el presente luce como un laboratorio alienígena:
En otro extremo estético nos encontramos con Cléa Vincent. Karina Castillo charló con una parisina que “ha mezclado dramáticas historias con pistas que más que llevar al escucha a un lugar oscuro, lo incitan a ver el futuro de manera optimista y desbaratar las penas con baile”. Vincent recientemente dio un paso más en su carrera musical con Tropi-Cléa 3, un EP en el que la cultura francesa y la latina chocan para abrir paso a un nuevo universo, sin barreras y lleno de vida. Una colección de canciones nació tras un tour que la cantautora dio por Sudamérica y de la cual aquí te dejamos un extracto:
Michelle Blades es sobrina de Rubén Blades, y esto es significativo apuntarlo porque resulta fundamental para comprender por qué la panameña lleva cantaros de ritmo agitándose en las venas y la razón por la cual lleva tantos años viviendo en Francia, gracias a un espíritu trotamundos que sin duda heredó de su padre, Roberto Blades. Con Mildred Montag, Blades habló de sueños a futuro y de su presente en Francia: “en París he conocido a mucha gente que le gusta trabajar, construir; ir más allá de la pantalla y hacer conexiones humanas, gente que tiene sueños enormes y poco dinero pero posee mucha ambición. Eso es inspirador”.
Gemelas que saben, con sólo mirarse dos segundos, qué está por ocurrir y que al juntarse a hacer música jamás olvidan una de sus historias favoritas, la cual viene de África, específicamente de Nigeria, donde se cuenta que “los ibeji vencieron al diablo cantando y bailando”. Al esto contar frente a Mildred Montag, las hermanas que forman Ibeyi asienten: “y justamente eso hacemos nosotras como artistas, vencer al diablo cantando y bailando”. Arte sin asideros, con una fuerte carga rítmica (según ellas mismas, herencia de su padre, el reputado percusionista Miguel “Angá” Díaz), poseedor de un mensaje sanador donde confluyen Francia, Cuba y Venezuela.
Laurent Garnier creció escuchando las voces de Neil Tennant y Chris Lowe: “Sometimes you’re better off dead, there’s a gun in your hand and it’s pointing at your head”. Años después, el destino lo pondría en Londres al rayar la mayoría de edad. La escena rave comenzaba a explotar en Manchester y The Hacienda fue el lugar donde el francés inició su carrera como DJ. Es Jaime Acosta quien analiza en retrospectiva el camino andado por el maestro de los beats: “un día la bola de nieve comenzó a crecer: Peel Sessions, de la BBC Radio 1, Techno Parade, el premio Victoire De La Musique, Creamfields. T in the Park. Borealis. Sònar. Laurent se convirtió oficialmente en el embajador del techno francés”.
Nos encontramos con Myd en una visita fugaz que hizo a México. Pactamos el encuentro en el Hotel Carlota (a cuya gente agradecemos tanta amabilidad) y luego de que Carlos Álvarez Montero disparara su cámara, Alejandro González Castillo se sentó a charlar con el francés. Se habló entonces de la french touch music y de lo que significa ser geek, del carisma de las canciones de Fatboy Slim y hasta de Simpson Ahuevo. Un encuentro franco y desparpajado, tal como la música de Quentin Leproute. Créenos, la sesión de fotos que hicimos carece de desperdicio, y ni hablar de la entrevista. Mientras corres a MVNShop por tu ejemplar francés, date este tema:
Melody´s Echo Chamber comparte portada con Myd. ¿Necesitamos presentarla? Hace precisamente diez años que Melody Prochet puso bajo la luz uno de los más impresionantes discos debut que se han conocido en los últimos tiempos; hoy, Prochet regresa con Emotional eternal, un álbum donde las palabras hipnotismo y trascendencia sónica resultan fundamentales. Alejandro González Castillo platicó con la francesa sobre estos y otros temas, incluido, sí, ya saben, Kevin Parker.
¿Quién es Benjamin Biolay? Enrique Blanc responde refiriéndose en su texto a Si tu suis mon regard, el documento fiel de un concierto celebrado en el Casino de París el 8 de mayo de 2010, capturado por el ojo de la reconocida cineasta gala Laetitia Masson: “el trabajo quizás más completo para descubrir a uno de los renovadores de la chanson française más determinados y capaces, a quienes muchos consideran el legítimo heredero del inmortal Serge Gainsbourg”. Tras leer una pluma de peso con apuntes así, ¿qué estás esperando para correr a MVNShop y leer el artículo completo?
Si de cineastas provocadores vamos a hablar, tenemos que meternos con el imaginario de Leos Carax, un universo, hay que decirlo, hermosamente retorcido. Carlos A. Ramírez lo escribe bien cuando toca una de sus obras más emblemáticas: Les amants du Pont Neuf fusiona de manera magnífica un extraordinario talento visual con el uso de una banda sonora alucinante para darle forma a una cinta de belleza abrumadora. Estelarizada por Denis Lavant y Juliette Binoche: él un ex artista circense, alcohólico y adicto a los sedantes, ella una pintora que día con día está quedándose ciega que se encuentran entre las ruinas de un Pont Neuf cerrado por remodelación, quienes, dentro de su miseria económica y existencial, viven una desgarradora historia de amor”.
Juan Carlos Hidalgo se asoma a la vida y obra de Dominique A con la pasión que le caracteriza. Del francés habla en determinado momento: “en La Ciudad Luz vivió el pensador rumano Emil Cioran (hasta su muerte en 1995), quien se asumió como parisino y prosiguió con su obra escribiendo en francés. De él tomo una frase incluida en el libro En las cumbres de la desesperación para equipararla con la sensación que producen las canciones de Dominique A: “El sentimiento de lo irreparable y de lo irremediable, que acompaña siempre a la conciencia y a la sensación de agonía, puede explicar a lo sumo una aceptación dolorosa impregnada de miedo…”.
Y hay más en esta Marvin francesa. Entrevista con el literato Diego Trelles Paz, por parte del mencionado Hidalgo y Juan Nicolás Becerra, por ejemplo; y luego la misma pareja charlando con Benoit Martin de la tradición francesa a nivel cinematográfico y de su relación con el público mexicano; por otro lado, un análisis de la importancia de La ascensión del gran mal en el mundo de la narrativa dibujada, bajo la firma de Óscar G. Hernández; Victoire Sidhoum haciendo apuntes desde las entrañas de su tierra natal, Verdún, así como de la obra artística de David Decamp; y ni hablar de los fabulosos trazos de Elizabeth Holleville y Jeanne Macaigne, un regalo envuelto en oro para los lectores de Marvin.
Mucho por leer. En papel y en digital. Marvin 193. ¡21 años de vida!
¡Marvin devient français, a por ella en MVNShop!