El país va de nuevo agarrando su ritmo tras el asueto decembrino. Oscilando entre la política, los gasolinazos y los perros asesinos de Iztapalapa. Aún es temprano en el año.
Los retos son grandes: reactivar la economía nacional para generar un bienestar a las familias, procurar los derechos humanos y respetar la libertad de expresión, acabar con la violencia desmedida que generó la lucha contra los cárteles de las drogas y tener mayor competencia en el sector de las telecomunicaciones, por mencionar tan sólo algunos de los grandes problemas de México.
El gobierno de Enrique Peña Nieto no la tiene fácil, enfrenta y enfrentará todo su sexenio a aquellos que no votaron por él y a quienes aborrecen al priismo; el Movimiento #YoSoy132, el Ejército Popular Revolucionario (EPR), el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y el recientemente resurgido Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
En el inicio del sexenio las protestas dejaron daños materiales millonarios en el Distrito Federal, pero seguimos sin saber si las personas que fueron encarceladas son culpables o inocentes.
Recordemos que 2012 fue un año pésimo para los defensores de los derechos humanos tras la intimidación y ataques que sufrieron por autoridades y narcotraficantes.
En el terreno político, Andrés Manuel López Obrador confirma (más) su divorcio con el PRD al crear su propio partido: MORENA. Cabe preguntarnos si lo que el país necesita, e incluso el propio ‘Peje’, es otro partido que reciba recursos del IFE.
2013 es un buen año para que la izquierda mexicana replantee su estrategia política, contemple a la gente, sume intelectuales, analice candidaturas y depure militantes. Sin los cambios que la corriente izquierdista necesita será muy difícil volver a sacar al PRI de Los Pinos, que piensa repetir la fórmula con el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello y su prometida, Anahí.
En el terreno económico, los subsidios a los combustibles parecen beneficiar a la población con más recursos según estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, pero todos sabemos qué pasaría si se eleva abruptamente el precio del litro de la gasolina.
Los precios de los insumos básicos y del transporte también subirían como espuma de cerveza mal servida.
Así pues los retos del país van más allá de la jauría de perros asesinos mordelones en el Cerro de la Estrella.
Si no están corriendo despavoridos por Ermita, afiliándose a MORENA (huyendo del PRD) o enfrentando un injusto proceso judicial, los espero en Twitter:
@RodolfoZapata
