Anoche, el Teatro de la Ciudad de México y cientos de fans fueron testigos de una de las actuaciones más emblemáticas para la música emergente mexicana y clásica de la ciudad. Little Jesus y su Orquesta Fantasma hicieron de la noche una oportunidad para reinventar la música y la forma en la que interactuamos con ella.
El evento comenzó alrededor de las 9:00 pm, en el escenario ya estaban colocados los lugares que ocuparía la Orquesta y la banda, sin embargo, la expectativa rondaba alrededor, nadie sabía en realidad cómo se presentaría el grupo, ni su performance en el escenario, sólo existía su convocatoria de ‘Vestimenta formal’ en redes y la pregunta. ¿Cómo van a tocar con una orquesta?
La propuesta no fue una locura, sino fue completamente un acierto a desafiar lo establecido en el estereotipo de la música clásica, volviéndola divertida, amena y completamente efusiva, permitiendo así, un goce auditivo, a través de la sinergia entre instrumentos. Dicho de otra manera, abrieron la posibilidad de mirar a la banda en otro perfil, sin perder su esencia y en sorprendernos al juntar ambos tipos de música: rock y clásico.
Cada una de las letras se mezclaron perfecto con los instrumentos, los violines a la par de las guitarras eléctricas y los coros acompañados de clarinete o violín hicieron que se pusiera la piel chinita, todo esto en conjunto con la vibra de los integrantes de la Orquesta y de la banda fue increíble, ya que todos transmitían felicidad; sus invitados como Jay de la Cueva, Carla Sariñana y Girl Ultra, hicieron que la velada fuera mucho más especial.
Después de presenciar el concierto, surgen muchas posibilidades, conclusiones e inspiraciones musicales. Han logrado una fuerte conexión con sus fans, el Teatro de la Ciudad está permitiendo nuevas propuestas dentro y de ahora en adelante si cierras los ojos, seguro descubrirás algo nuevo en cada una de sus canciones.
La banda está creciendo de forma exponencial y resta decir: Gran concierto, gran escenario y sin duda enorme Little Jesus, se atrevió, lo hizo y triunfó. ¡Larga vida! y mucha nueva música.