La proyección de Rams en el Lunario fue una inolvidable experiencia sensorial.
Rams es algo intenso de ver. Una alabanza a los fulgores que han dominado al craft contemporáneo.
La cinta se trata más de un legítimo experimento sensorial que de una película biográfica convencional.
Valiéndose de una cámara intimista la cual captura la esencia del diseñador Dieter Rams, esta cinta deja en claro lo que representa ser un creador en esta era.
Esta producción resume la evolución natural de los artistas verdaderamente relevantes. Mismo fenómeno que va más allá de lo meramente estético para ofrecernos un vistazo a las facultades emprendedoras que se esconden detrás del diseño más cotidiano.
Su narración nos sitúa en una serie de episodios tremendamente evocadores cuya belleza visual se transforma en antesala para la evocación más potente.
Misma situación a la que se suma un score de Brian Eno el cual, a pesar de no acercarse a sus momentos más emblemáticos, logra entretejer una atmósfera legítimamente sugestiva.
Sin duda alguna, una experiencia que sólo puede vivirse de forma completa mediante la pantalla gigante y el sonido envolvente que el Lunario del Auditorio Nacional ofrece.
