“Las olas” es el quinto sencillo que se desprende del que será el nuevo álbum de La Habitación Roja. Y se trata de una composición melancólica, de espíritu esperanzador, que traza caminos hacia el pasado, derroteros sonrientes que iluminan posibilidades nuevas. Es el canto desde la madurez, de la sapiencia. Una melodía que se mece lento entre notas acústicas y sentimientos hondos, de esos que jamás desaparecen.
Desde la primera oída el tema recuerda al viejo Duncan Dhu, pero también se siente como si Elliott Smith se diera una chapuzón en las aguas de la chanson francesa. El nuevo álbum de La Habitación Roja podrá escucharse íntegramente este mismo año, pero mientras eso ocurre es mejor es dejar al autor de “Las olas“, Jorge Marti, que nos cuente la experiencia de crear un tema de tal alcance. Luego de leerle, cerremos los ojos y escuchemos.
“Viajando de Noruega a España se me ocurrieron unas melodías en pleno vuelo y las grabé en una nota de voz del móvil. Comencé un boceto de letra en el que destacaba la frase: volveremos a saltar las olas. Siempre, incluso en los momentos más oscuros, mantengo la esperanza en el futuro. Cada vez que me pasa algo extraordinario, y el escribir una canción es de lo más extraordinario, me acuerdo de las personas que más quiero y deseo con fuerza que podamos volver a sentir la felicidad que sentíamos cuando jugábamos entre risas.
El vuelo se acercaba a su destino y mientras sobrevolábamos la costa mediterránea supe que la letra tenía que hacer referencia al mar que ha bañado mi infancia, mi adolescencia y mi madurez. La canción la terminé tres días más tarde en casa de Santi García, productor de la misma. Allí, en Sant Feliu de Guíxols y en los estudios Ultramarinos Costa Brava procedimos a grabarla, al igual que unos años antes habíamos hecho con canciones ya míticas de nuestra discografía, como “Indestructibles” o “Ayer”.
Desde el primer momento quise que “Las olas” nos llevara no solo al Mediterráneo por la vía de Serrat, sino también al Caribe vía “Semilla negra” de Radio Futura, al Atlántico vía Xoel López o incluso al Cantábrico vía Nacho Vegas. Ésta tenía que ser nuestra visión del Mediterráneo, aspirando a fundir en su letra todos mis anhelos, sueños y penas. El despertar al amor, el homenaje al mismo, con toda esa fragilidad y vulnerabilidad que una voz emocionada pueda transmitir”.
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