Ana Fernández-Villaverde (La bien querida) mantiene un romance de largo tiempo con el indie pop y es así como puede darle una vuelta a una comedia de Lope de Vega, publicada en el siglo XVII, para titular a una de sus composiciones y al mismo tiempo evidenciar la complejidad y ambivalencia del ser femenino –“Soy buena, soy mala”-.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
En la cultura popular española se dice: “Ser como el perro del hortelano, que no come ni deja comer”; es así que La Bien querida dice: “Y no puedo salvarte/ ni quiero me salven”… en una nueva canción que es otro dardo envenenado a la hora de abordar las relaciones de pareja.
Se trata del primer anticipo de Paprika, como se llamará su siguiente álbum y en el que se ha reunido con su estupenda mancuerna de trabajo: David Rodríguez (La Estrella de David) y Sergio Pérez (SVPER y Pegasvs) para hacer los arreglos y producción.
Ahí están los sintetizadores muy en plan dreampop y casi orquestales puestos para que Ana se deje ir con todo ese manifiesto existencial de “pecados no confesados”. El tema va en crescendo y cuenta con una batería que entra para acentuar unas cualidades cuasi cinematográficas y pronunciamientos varios: “Soy un corazón asilvestrado”.
Aquí La bien querida se dirige a todas y cada una de las mujeres y dejan claro su natural ambivalencia; en momento alguno titubea, de principio a fin hay certeza en todo lo que se cuenta y se deja dicho: “Y no quiero mentirte/ ni quiero que me mientan/ si vamos a jugar hay que poner ya las cartas sobre la mesa”.
Si algo tiene “La perra del hortelano” es una letra poderosa, certera y bella: “La vida es un instante y los demonios de mi carne piden guerra”.
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