Música

Kiss: cuando un amigo se va

/
176,975
kiss_en_mexico
Ambulante 2024

#SangredeMetal

Se apagan las luces y cae un enorme telón con uno de los logos más reconocibles del rock: Kiss. La música de fondo empieza a desvanecerse hasta desaparecer, ha llegado el momento que miles esperan cada noche: “Ok, (en este caso) Ciudad de México, ustedes querían lo mejor, y obtendrán lo mejor, la banda más chingona del mundo, Kiss”.

Ese anuncio, mismo que fue inmortalizado por primera vez en el “Kiss Alive!”, encierra lo que para muchos es mera petulancia y para millones ha sido un lema de vida: no importa lo que el mundo diga de ti, importa lo que tu creas cuando te ves en el espejo: si tú crees que eres el mejor, estarás más cerca de serlo que si no lo crees. Así de básico y de complejo es el significado de ser fan de Kiss.

Kiss es el amigo que siempre está ahí para ti porque ha vivido a cierto nivel lo mismo que tú. Ha sido el niño/adolescente buleado (que le pregunten a los críticos de música su opinión), el bicho raro (sólo hay que leer lo que se ha dicho de ellos en diarios y noticiarios), el muchacho criticado por vivir bajo sus propias reglas (ahí están los opinólogos de redes sociales que todo saben y todo les critican), el chamaco que las mamás de los vecinos llaman mala influencia para sus hijos (¿pisar pollitos en el escenario y ser adoradores del diablo aunque no sea cierto, alguien?), el adulto al que le llaman ridículo por no actuar acorde a la edad biológica, aunque en realidad lo que hay detrás es envidia (¿recuerdan las críticas de gente como Marilyn Manson, Nikki Sixx, Dee Snider o Steven Tyler?).

kiss en mexico
Foto por Casablanca Records

Es la banda, empatada con The Beatles, que más certificaciones de Disco de Oro tiene en Estados Unidos, pero aún así no se les respeta, y eso influye para que mucha gente se sienta acompañada por ellos. Sí, viven muy bien, pero trabajaron duro para llegar ahí. Según Ultimate Classic Rock, hasta noviembre de 2018, el cuarteto había realizado 2, 459 conciertos. Hoy, la página oficial tiene registrados para 2019 otros 100, así que terminarán el primer año de su gira de despedida con cerca de 2 mil seiscientos y que uno de ellos sucederá en México, en el Domination Fest.

También te puede interesar leer: Adiós Hell & Heaven, hola Domination México

Kiss es como ese amigo con el que te enojas y hasta te distancias, pero que jamás olvidas y que siempre estará ahí para ti. Muchos se bajaron del barco con la edición de discos como “Dynasty” o “Music From The Elder”, pero se volvieron a subir con “Creatures Of The Night” o tal vez “Revenge”. Otros tantos abandonaron la causa cuando decidieron usar el maquillaje del Gato y del Spaceman en personas que no son Peter Criss y Ace Frehley, respectivamente, pero muchos más los conocieron cuando ellos dos ya no estaban en la banda, así que en realidad no los extrañan. Con la llegada de las redes y la sobre exposición de todo y de todos, muchos más se fueron de la Kiss Army porque Gene Simmons les cae mal, o porque Paul habla mal sobre algunos ex miembros. Pero Kiss, sin embargo, nunca ha abandonado a nadie. Si los necesitas, ahí están. Ya sea en vivo o en sus discos, sus palabras de ánimo siempre han sido en un mismo sentido: no estás solo.

Hoy, ese amigo ya va de salida, por lo menos en cuanto a su vida profesional activa. Muchos estarán de fiesta porque se sacudirán (o eso creen) a esa engorrosa banda que tan mal les cae (pero que siempre ocupa sus mentes y discursos), a esos músicos chafas que nunca pudieron competir con los grandes virtuosos (como si en vez de rock fuera una competencia deportiva), a esos fantoches que sin la teatralidad no serían nada, y cuyo espectáculo, además, les aburre (aunque la gran mayoría de bandas de hoy recurren invariablemente a varios de los trucos que Kiss puso en boga), a esos infelices que sólo piensan en hacer mercancía inútil (como si los Maiden, Slayer, Metallica, Motorhead y demás del mundo no siguieran ese modelo).

Para otros, millones por todo el mundo, es el amigo incondicional el que se va. Es el final del camino para esa idea que nos hizo fuertes ante todo tipo de adversidades, que nos dio identidad y fuerza para defenderla, que nos regaló incontables noches de rock y días de fiesta y que nos hizo soñar que, si queremos, podemos.

Dice Alberto Cortez que “cuando un amigo se va, se queda un árbol caído que ya no vuelve a brotar, porque el viento lo ha vencido”. En este caso el árbol brotará por años más porque hay discos, videos, anécdotas y mucho amor invertidos entre ellos y sus fans, y teniendo en cuenta eso, lo demás, es lo de menos.

 

 

 

 

 

Auditorio BB